Bienestar
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El cuidado personal va más allá de las cosas estéticas, se trata de comprometerse contigo misma y tu bienestar.
Para las emprendedoras esto puede ser difícil, ya que es normal que trabajen largas horas, antepongan las necesidades de su negocio por sobre las suyas y apenas dejen sus escritorios o el lugar donde trabajan.
Por lo mismo, es necesario hacer un alto en la rutina y empezar a incorporar hábitos saludables de cuidado personal, que además de mejorar el rendimiento de nuestros negocios, nos harán más felices.
1.- Haz del sueño una prioridad
Tienes que dormir. Punto.
Se han realizado innumerables estudios sobre la importancia del sueño para que prácticamente todo en nuestro cuerpo funciones correctamente.
Es importante trabajar duro, pero al mismo tiempo es importante respetar sagradamente tus 8 horas de sueño.
Esto ayudará a tu concentración, ánimo, eficiencia ¡y te aseguramos que tomarás mejores decisiones!
2.- ¡Ejercicio!
Por muy importante que sea descansar el cuerpo, es igualmente importante moverlo.
¿Cuántas de nosotras nos encontramos sentadas en nuestros escritorios durante horas y nos damos cuenta de que no hemos visto la luz del sol desde la mañana? Hacer ejercicio no significa necesariamente inscribirse en algún grupo de CrossFit o levantar pesas como si no hubiera un mañana.
Tomarse pequeños descansos para salir a caminar o incluso subir escaleras, sirven para despejarnos y estirar un poquito las piernas.
3.- Establece un horario
Esto puede ser difícil cuando trabajas de forma independiente, pero tener un horario comercial es imprescindible.
Como emprendedora, este puede estar adaptado a tu estilo de vida y al ritmo de tu negocio, por lo que puedes comenzar muy temprano en la mañana o quizás ponerle más intensidad en la tarde.
Lo importante acá es respetar los tiempos y si dijiste desde un principio que trabajarías hasta las 6, deja los mails que faltan para mañana temprano (que tampoco pasa nada por responder algunas horas después).
4.- Encuentra un pasatiempo fuera de tu trabajo
Los pasatiempos son parte importante de la vida. Incluso puede ser que, para muchas, sus pasatiempos se hayan convertido en sus negocios.
Vivir de los que amas es increíble, pero también es importante descubrir nuevas cosas que te inspiren.
Toma una clase de cerámica, aprende a patinar, prueba alguna clase de cocina exótica, ¡o todas las anteriores! nadie dice que tienes que ser la mejor en eso, solo tienes que seguir probando algo nuevo.
5.- Haz una cosa al día que te haga feliz
¿Cuándo fue la última vez que sentiste una gran sensación de alegría?
Muchas veces estamos llenas de cosas y nos olvidamos de disfrutar el día a día, por lo mismo es importante hacer a diario algo que nos haga felices y nos ayude a recargar las pilas para seguir trabajando.
Obviamente esta es una lista muy corta y hay muchas otras formas de autocuidado, ¡cuéntanos cuál es tu práctica favorita!
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Para estos días donde muchas de nosotras no tenemos más opción que trabajar desde la casa, es importante que cuentes con un espacio cómodo para hacerlo. Quizás ya tenías un escritorio acondicionado, o tal vez tuviste que acomodar algún rincón para este fin.
Sea cual sea tu caso, es importante que este lugar cuente con ciertas características para hacer tu trabajo más cómodo y eficiente. Acá te dejamos algunas recomendaciones…
Elige el lugar
Sabemos que no todo el mundo tiene una habitación libre que pueda ocupar como oficina, pero es importante que definas un espacio específico para este propósito, que le indique a tu cerebro y a quienes viven contigo que te encuentras en horario laboral.
Te puedes instalar en la mesa de comedor, en la cocina de tu casa o incluso en tu pieza con la puerta cerrada.
Lo más recomendable es que el escritorio no mire a un muro, porque esto favorece la saturación mental. En caso de no ser posible, intenta que esté pintado de algún color agradable y en tono mate, además de decorar el espacio a tu gusto para favorecer la creatividad.
Cuida la luz
Intenta instalar tu espacio de trabajo cerca de una ventana por donde entre luz natural. Está demostrado que la luz del sol tiene un gran impacto en nuestro estado de ánimo, haciéndo que nos sintamos más activos y alegres.
Si esto no es posible, entonces intenta que la luz artificial que uses sea cálida y difuminada, que no esté ubicada justo sobre el escritorio y que no sea muy intensa.
Además, cada tanto, date un descanso para estirar las piernas y ver el sol 🙂
Mantenlo limpio y ordenado
Tenemos la tendencia de dejar sobre el escritorio montañas de cosas, dándonos la sensación de que tenemos millones de tareas que hacer y -finalmente- generarnos estrés.
Por lo mismo, es importante que revises todo lo que tienes y seas consecuente. Las cosas que no has utilizados en bastante tiempo es posible que ya no las vuelvas a utilizar, así que tíralas. También deshazte de todos los papeles, revistas y cartas que no necesitas para nada.
Si aún así crees que pueden serte útiles en algún momento, búscales un lugar que no sea sobre la mesa, ocupando espacio visual. Algún cajón o un mueble donde guardes cosas que no usas a diario, puede ser muy útil. Recuerda que cuando el espacio en el que tienes que trabajar está despejado, ¡dan muchas más ganas de empezar el día!
Organiza los artículos que necesitas a mano
Papel, lápices, corchetes….el material de oficina que usas a diario tiene que estar a mano y junto. Es importante que cada cosa tenga su lugar, y cada vez que las uses, las pongas en el mismo sitio, de esa forma siempre lo encontrarás rápidamente y sin tener que pensarlo.
Ten el material necesario y un poco más, pero con moderación. Los vasos u organizadores para lápices pueden ser muy útiles, así como un cajón para guardar el resto de material que usas con menos frecuencia.
Dos elementos clave: el escritorio y la silla
El escritorio tiene que ser lo suficientemente amplio para que el computador y otros elementos queden apoyados completamente, además de existir espacio para apoyar al menos 2/3 de los antebrazos al teclear.
La silla también es muy relevante y se aconseja que sea más ancha que la persona que la ocupa y que no tenga apoya brazos, a menos que el escritorio no tenga espacio para apoyarse. El respaldo también debe permitir apoyar la espalda por completo, e idealmente con la capacidad de inclinarse levemente para cambiar de posición durante la jornada laboral.
Aprovecha las paredes
Muchas veces nos obsesionamos con organizarlo todo sobre la mesa o en los cajones, y nos olvidamos del espacio vertical. Por ejemplo, puedes instalar repisas flotantes que te ayuden a organizar libros, carpetas o archivadores. También es una buena idea colgar en la pared una pequeña pizarra con plumón para apuntar ideas o la agenda de la semana.
Para inspirarte, puedes hacer un mural de motivación con recortes de lugares a los que te gustaría viajar, frases que te inspiren o recuerdos que sean importantes para ti y que te ayuden a recargar energías en un día difícil.
¿Qué te parecen estos consejos? ¿Tienes algún otro que te gustaría compartir con nosotras?
CONSEJOS PARA TENER UN ESCRITORIO CÓMODO Y FUNCIONAL EN CASA
Bienestar Lo último Organización
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Este post fue escrito por Daniela Carrasco, periodista y creadora de la comunidad de mujeres runners, Amigas que Corren.
Los días pasan bastante parecidos, pero hay pequeñas cosas que logran subir el ánimo. Para mí, definitivamente hacer algo de ejercicio logra que mi día sea más feliz. Este último tiempo lo he hecho a diario (como nunca) y como me encanta la mañana, me levanto un poco más temprano, pongo play a la música y comienzo mi rutina. Lo rico es que no hay ningún tipo de presión, sólo querer recargar energías y pasar un rato diferente.
Para compartir mi experiencia, acá les dejo algunas ideas para mantenerse activas y con motivación en estos tiempos.
Entrenamiento en casaPara mí la primera opción fue comprar algunos implementos deportivos (no tenía NADA) así que me fui por lo básico: colchoneta, mancuernas y una cuerda para saltar. Muy económico.
Bajé la app de Nike training club y busqué varias sesiones, algunas sin ningún implemento y otras con más dificultad. Hay rutinas de 10 minutos a media hora y voy variando cada día dependiendo de las ganas que tenga. Actualmente entreno cerca de una hora diaria y en serio que se pasa volando, sobre todo mientras escucho el podcast de Amigas que Corren en Spotify, el cual cree para motivarnos más.
Baila bailaSi no te interesa saltar la cuerda o no te motivan las mancuernas, el baile es una GRAN opción.
Como recomendación, The Fitness Marshall tiene unas coreografías muy prendidas y bien sencillas, sin esos saltos imposibles, ni tan rápidas, pero que definitivamente te hacen sudar. Además, con sólo grandes éxitos de Britney, Rihanna, Selena Gomez, Lady Gaga, etc. Elige tu canción favorita ¡y comienza a moverte!
Sube y baja escalerasHay que aprovechar cada momento del día y esto también puedes incluirlo en tu entrenamiento. De hecho para mí es lo más parecido a correr, me pongo los audífonos y con algunas canciones voy sube y baja hasta que me aburro. Todo suma.
Busca nuevas recetas
Estos días son para pasarlo bien y olvidarse de las calorías (al menos para mí), por eso me he preocupado de cocinar y comer rico.
Hay muchas cuentas que inspiran y entregan recetas muy realizables, algunas de mis favoritas son: fit_happy_sisters; connieachurra; virginiademariaoficial y clauvarleta.
Cocinando nosotros mismos dejamos de lado el delivery y nos damos ricos gustos para sentirnos bien con nuestra alimentación. ¡Y también siempre recuerden hidratarse!
Renueva tus dotes deportivos
Aceptémoslo, tenemos mucho tiempo ahora. Por lo mismo, quise hacer cosas nuevas para no pegarme y decidí partir por algo que nunca había realizado: yoga. En la misma app de Nike hay unas sesiones bastante principiantes, con movimientos que si bien me han costado, me gusta poder estirarme y hacer algo más relajado.
Medita y comienza bien el día y la nocheEn momentos complicados, es bueno darse tiempo para uno mismo. Bajé una súper app que se llama Headspace (muy linda y fácil de usar), donde dan varios tips de relajación y puedes comenzar un proceso de meditación desde lo básico, que son 3 minutos. También para la noche es un agrado, con muchos ejercicios para poder dormir o retomar el sueño si te desvelas, algo muy clásico en este tiempo.
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Trabajar desde la casa no siempre es fácil. Si bien es verdad que no tener que desplazarse en la mañana puede ser algo positivo para muchas, el trabajar y vivir en el mismo espacio puede dificultar la concentración y la eficiencia en las tareas laborales, ya que son múltiples las distracciones que tenemos a mano.
Si sientes que este es tu caso y se te está haciendo difícil mantenerte productiva, en este post te dejamos algunos consejos para que logres hacer más efectivo el trabajo desde casa
Paso 1: Establece una rutina matutina
Es importante establecer una rutina que sea lo más parecida a la que tenías cuando ibas a la oficina. Levántate idealmente a la misma hora, toma desayuno y vístete. Si en el día a día se te exige vestir de manera formal, no hay ningún problema en que te relajes y uses unos jeans, pero la idea es no quedarse en pijama todo el día.
El objetivo de este hábito es crear una distancia mental entre el tiempo del hogar y tiempo del trabajo, que anteriormente suplía el traslado diario a la oficina.
Paso 2: Adecúa un espacio de oficina
Es verdad que no todo el mundo tiene una habitación libre que pueda ocupar como oficina, pero es importante que definas un espacio específico para este propósito, que le indique a tu cerebro y a quienes vivan contigo que te encuentras en horario laboral.
Te puedes instalar en la mesa de comedor, en la cocina de tu casa o incluso en tu pieza con la puerta cerrada.
Paso 3: Ten un horario de entrada y salida
Como estás en tu casa, puede ser difícil separar aguas. Aquí es donde entra la importancia de establecer horarios de entrada y salida del trabajo, que incluyan tiempos de descanso y comidas. Esto te permitirá mantener un equilibrio entre tu vida laboral y personal.
Paso 4: Identifica los distractores
Sabemos que quieres terminar ese capítulo de tu serie favorita o que te gustaría pasar horas revisando las fotos de Instagram, pero el hecho de estar en tu casa no significa que no tengas tareas y responsabilidades laborales.
Por esto mismo, es que para mantenerte eficiente es muy importante que logres identificar cuáles son los elementos que te hacen perder el tiempo, haciendo más fácil evitarlos en el futuro.
¿Qué otras cosas consideras importantes para una rutina de trabajo en casa?
¡Las leemos!
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El siguiente post fue escrito por nuestra colaboradora Sofía Alliende, psicóloga educacional a cargo del proyecto de apoyo a las áreas de salud mental e inclusión en la Fundación Astoreca, en conjunto con Margarita Silva, psicoterapeuta de jóvenes y adultos.
La palabra crisis no le resulta ajena a ninguna, y sin embargo, muchas veces nos quedamos con el aspecto negativo del concepto y no nos detenemos en las oportunidades que nos trae, tanto a nivel individual como colectivo.
Hoy estamos atravesando como país distintas crisis – al menos una a nivel global con el covid 19 y otra a nivel nacional desde octubre del año pasado – y no es raro que nos sintamos sobrecogidas. Por eso mismo, las quiero invitar a darle una vuelta a esta palabra que involucra tanto más que un momento de dificultad, y así aprovechar las infinitas posibilidades que acarrea.
Las crisis son elementos naturales dentro del desarrollo. Por un lado, tenemos la noción de evolución como algo suave, fluido y que simplemente ocurre, y por otro, la tendencia del ser humano a buscar conocer, predecir y controlar su medio. A partir de esta dicotomía, se puede entender que nuestra tendencia natural puede generar rigidización en el proceso de evolución, estancándola. Es en estos momentos donde es normal que sobrevengan crisis, como una manera de romper con el estancamiento y permitir que la persona se siga desarrollando.
Esto no quiere decir que las crisis sean fáciles, al contrario, al producir un quiebre en lo conocido generan angustia y una serie de emociones que nos desestabilizan. Una vez que vemos que los caminos que normalmente tomamos para resolver nuestros conflictos ya no nos sirven y nos enfrentamos a la incertidumbre, nos puede invadir la frustración e impotencia. Tendemos, por naturaleza a buscar la estabilidad y la certidumbre, aferrándonos a lo conocido, y una crisis es un lugar de incomodidad. Lo que no podemos olvidar, es que ellas nos ofrecen una tremenda oportunidad para crecer. Subir un peldaño significa pasar por un segundo de inestabilidad, con un pie apoyado sobre el suelo y el otro en el aire, ¿no es así? Sin embargo, sólo así podemos subir la escalera.
No es casualidad lo que se dice respecto a que la solución de un problema nunca está al mismo nivel del problema, sino que hay que elevarse por sobre el nivel que se plantea, lo que permite tomar perspectiva y pensar de manera diferente, creativa.
Básicamente, las crisis son normales en la medida en que nos ayudan a solucionar situaciones cotidianas en nuestro proceso de evolucionar, de cambiar, de movernos hacia delante. Como sociedad también pasamos por diferentes crisis.
Las dos principales crisis que estamos atravesando hoy en Chile nos está afectando desde hace un tiempo, y es esperable que así sea. Aunque ambas crisis son de naturaleza diferente – una a nivel global y en forma de epidemia, y la otra a nivel nacional y acarreando temáticas sociales, económicas y políticas- tienen en común el hecho de que presentan realidades que se escapan de nuestro control, exponiendo nuestra vulnerabilidad en muchos niveles.
Ya hablamos de las emociones de impotencia y frustración, pero también es natural sentir en distintos momentos sorpresa, desconcierto, confusión, miedo e incluso rabia. A esto se suma muchas veces la dificultad para poder reconocer lo que sentimos y por lo que estamos pasando, lo que puede generarnos una angustia que puede ser muy potente e imposibilitante.
Por esto mismo, es muy importante que en tiempos de crisis estemos atentas a nuestros sentimientos, a qué estímulo nos produce qué emoción, ya que saber lo que siento me ayuda a ver qué es lo que me está quedando corto en la manera en que solía hacer las cosas, y qué es lo que tengo que aspirar a mejorar.
Así es como las crisis nos llaman a evolucionar, mostrándonos que tiene que haber un cambio de mirada, de paradigma, porque lo que pensábamos o hacíamos antes ya no nos sirve. ¡Es un llamado al cambio!
Las oportunidades que nos entregan las crisis son infinitas, y es por eso que no debemos tenerles miedo, sino mirarlas con respeto y cariño, para poder aprovecharlas y sacar lo mejor de ellas. Cuando se rompe un huevo, su contenido queda expuesto, ¿cierto? Si hacemos el paralelo con el concepto de crisis a un nivel personal y social, pueden haber respuestas emocionales bruscas o desequilibradas que corresponden a la ruptura, pero también está la posibilidad, bastante literal, de abrirse, de exponerse y de tornarse más receptiva, observante de lo que pasa fuera y de las distintas vías para solucionar cualquiera sea el conflicto. Además, se libera todo aquello que estaba embotellado, y así soltamos emociones, rabias, tensiones y energías guardadas y que ya no nos nutren.
Junto con todo esto nace de forma natural la necesidad de compartir con otros, de buscar contención mutua, de generar relaciones, vínculos. ¡Estas son tremendas oportunidades! Si pensamos en la cuarentena, de manera muy concreta estamos experimentando la oportunidad de vivir nuevas experiencias en lo más cotidiano con el otro, con la familia, la pareja y los hijos que nos permite conocernos realmente y que nos entrega además la posibilidad de conocernos mejor a nosotros mismos.
En China, la palabra crisis se escribe con dos ideogramas: el de peligro y el de oportunidad. Son dos caras de la misma moneda, inseparables entre sí. Así mismo, debemos dejar de ver las crisis como momentos únicamente negativos, y reconocer en ellas su naturaleza de posibilidad infinita.
Sin estos momentos, la vida carecería de desafíos, sería absolutamente plana y nos quedaríamos en lo conocido y cómodo dejando pasar las oportunidades de desarrollo que se nos presentan – a veces de manera abrupta-. Las crisis nos abren muchas puertas, y depende de nosotros cuál es la que queremos cruzar, por lo que es importante tomar una posición y saber qué hacer con nuestro tiempo en estos momentos tan importantes.
Puede que a muchas nos pase que al escuchar la indicación de quedarse en casa, nos imaginamos un sinfín de actividades, de pendientes y tengamos una extraña y reconfortante sensación de liberación, pero la verdad es que en la práctica hacemos muy pocas de esas cosas que nos habíamos propuesto. En este sentido, esta crisis que atravesamos nos plantea un desafío no trivial de preguntarnos realmente qué queremos hacer con nuestro tiempo.
Es sumamente importante detenernos en que aprovechar el tiempo no implica hacer cosas. Más bien tiene que ver con adoptar una postura bastante en la línea del mindfulness, por así decirlo, de estar presente, de percibir, de sentir, de darse espacio para lo que realmente queremos hacer.
El psicoanalista Eric Berne dice que dentro de las cosas fundamentales de la vida del ser humano está la manera en que estructura su tiempo. Así, o lo hacemos funcionar para cada una de nosotras y lo usamos a nuestro favor, o lo sentimos como una restricción, un yugo. Por eso es que este tema no es trivial, en la estructuración de nuestro tiempo se juega la estructura de nuestra vida. ¿Qué mejor que acostarnos en la noche sintiendo que fue un día bien aprovechado, un buen día?
Tomemos este tiempo como lo que es, un momento de quiebre, de incertidumbre, de frustración, pero también de esperanza, de vida, de espacio para reformular y reformularnos. Démosle la vuelta a las crisis.
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¡Hola a todas!
Se nos vino un inicio de semana que no teníamos considerado, en solo unos días tuvimos que adaptar nuestras rutinas para poder cuidarnos a nosotros, a nuestra familia más cercana y a todo nuestro entorno. Como he leído en varias partes “cuidarse para cuidar al resto”.
Puedo hacer teletrabajo, y todas en Genias lo estamos haciendo, es por eso que les quiero compartir cómo estoy (tratando) de llevar estas dos semanas que vamos a estar en la casa con mis niños y mi marido.
Para mí lo más importante es organizarnos, ya que para nadie son vacaciones y tenemos que tratar de cumplir con los deberes de cada uno, además de las tareas de la casa. Para lograrlo me centré en cuatro puntos principales:
- Organizar el horario de los niños: Tengo dos hijos (una en primero básico y el otro en el jardín) y me preocupé de hacerles una rutina de estudio, juegos, recreos y descanso. Más que aprendan cosas nuevas, me importa que tengan actividades dinámicas, no pierdan el ritmo de la rutina de clase y que por sobre todo lo pasen bien. Que no se asusten con esta situación de estar “encerrados” sino que lo vivamos juntos y sigamos haciendo cosas como las que hacíamos antes. Hicimos un horario entre todos, organicé los materiales que teníamos, compré algunos que me faltaban, así como ingredientes para recetas; también imprimí las actividades del colegio y del jardín.
- Organizar mi horario: También tengo que seguir trabajando y organizar mi horario. Para mí es importante planificar lo que tengo que hacer cada día, ponerme una meta y no dejarlo al azar; si lo dejo de manera aleateaoria, y dada la circunstancia actual, creo que es más difícil avanzar o no darle importancia a las tareas. Obviamente que entiendo que hay más variables que no manejamos y que pueda terminar trabajando más tarde, más lento o que tenga que hacerlo al día siguiente; sin embargo, me permite tener todo más planificado.
- Tareas de la casa: Las tareas las hacemos entre todos: yo, mi marido y mis dos hijos. Esto es importante para que cada uno tenga sus responsabilidades y trabajemos como equipo. Es vital mantener el lugar donde vamos a estar por tantos días, lo más agradable y ordenado posible.
- Disponer la casa: Fue súper importante entender que este va a ser nuestro lugar por muchos días y tenemos que estar cómodos; guardé algunas decoraciones, puse manteles en todas las mesas, un carrito con los materiales, e incluso colgué el horario en el comedor que es donde vamos a estar más tiempo.
Estas son algunas ideas, pero creo que llevarlas a cabo (o no) y cómo lo hagamos, es algo completamente personal. Seguramente, con el paso de los días, vamos a ir adaptando y entendiendo cómo funcionan y cuáles son las mejores.
Los contextos de cada una son distintos, y creo que las exigencias -por ahora- hay que dejarlas de lado. Para todas es un momento difícil y la realidad es que habrán días más duros que otros. Es tiempo de apoyarnos, ser flexibles, empáticos y pacientes. Y no olvidarnos que cuidarnos a nosotros es cuidar al resto.
EDITORIAL DE JIME ZAPATA: ORGANIZARSE EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS
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Han sido días raros, el corona virus se ha transformado en la preocupación de muchas, y con ello, la sobre información, miedos y ansiedad atacan y (muchas veces) no dan tregua. En el post de hoy, la psicóloga y Senior Research Analyst de Walmart Chile, Teresita Jiménez, nos entrega 5 consejos de auto cuidado para enfrentar de mejor manera estos momentos de preocupación.
En días difíciles y de alta incertidumbre es muy fácil ponernos ansiosas y con justa razón. No sabemos qué ocurrirá y además estamos expuestas a muchísima información.
Tranquila, es absolutamente normal y queremos ayudarte con algunos tips que puedan servirte para mantener la calma.
1.- Mantén una actitud positiva
Lo más importante es tomar una actitud positiva frente a lo que está ocurriendo y restacar lo bueno. Entender que la situación actual es pasajera y que si nos mantenemos calmadas las cosas irán fluyendo.
Existen aplicaciones de mindfulness para nuestros teléfonos que nos pueden servir como un SOS en caso de sentirnos muy agobiadas. Una que he probado y es muy buena se llama Headspace, la cual permite tomar algunas sesiones de prueba y también tiene IGTV gratis en Instagram.
2.- Genera una rutina
Entre tanta información y estrés a veces nos cuesta saber por dónde empezar. Te aconsejo tomar una hoja y ordenar tus tareas según prioridad, agregando primero lo que es más importante y urgente, e ir generando un itinerario para el día y la semana que tenga sus horarios y tareas asignadas. A veces sirve mucho ir, literalmente, haciendo check a cada tarea a medida que la vas completando e ir viendo como avanzas.
También recomiendo incorporar en tu rutina espacios de relajo y autocuidado, como tomar tu té favorito, ver una serie o llamar a una amiga.
3.- Mantente activa
Una forma muy conocida para liberar tensiones es hacer ejercicio.
Este fin de semana han surgido un montón de iniciativas para tomar clases deportivas online, como por ejemplo @iliveko en Instagram que sube algunas rutinas por IGTV y también las clases de la aplicación The Sculpt Society que entrega 14 días de prueba gratis.
4.- Busca redes de apoyo
Ocupa la tecnología que tienes a mano para escribir o llamar a tus familiares o amigos, sirve mucho conectarnos y apoyarnos mutuamente.
También recuerda que es importante pedir ayuda si sientes que lo necesitas.
5.- No te sobre informes
En la era digital estamos bombardeadas de información, desde grupos de Whatsapp, Twitter, Instagram e incluso memes llenándonos de contenido acerca del Coronavirus.
Está bien desconectarte y si necesitas silenciar las cuentas, recuerda que puedes apagar las notificaciones de tu teléfono.
¿Qué te parecen estos consejos? ¿Tienes algún otro que quieras compartir con nosotras?
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Karina Pérez es directora asociada de Robert Half, empresa especializada en reclutamiento y selección de personal, además de contar con una amplia experiencia como consultora en cambio organizacional, procesos de negocio y otras diversas temáticas laborales.
En este post nos entrega 5 consejos para retomar el trabajo después de las vacaciones, sin colapsar en el intento.
Se acerca marzo y con él una serie de actividades que demandarán más tiempo, energía y cambios en la agenda diaria marcada por el relajo de vacaciones. Para enfrentar mejor este mes, comparto algunas recomendaciones que pueden ayudarnos:
Un primer consejo es planificar el día y la semana de retorno. Ello, porque en las vacaciones suele haber un cambio de rutina, con horarios más relajados. Por lo tanto, es muy importante asumir que el horario se va extender y que se viene un ritmo más intenso. Marzo suele ser un mes bastante activo y exigente en términos laborales. Entonces, organizarnos bien ayudará a disminuir la ansiedad y evitar un estrés mayor post vacaciones.
Una segunda recomendación es tomarse el tiempo para reconectarse con las personas y darse el espacio para conversaciones amenas con los compañeros de trabajo. Comentar sobre las vacaciones, las experiencias, anécdotas, lecturas, etc., genera conexiones con quienes trabajamos y contribuye a mejorar el ambiente. Así se hará más llevadero el retorno a la rutina laboral.
El tercer punto a tener en cuenta es crear una rutina que permita equilibrar la vida familiar y el trabajo. Especialmente porque en muchos casos junto con el retorno al trabajo se retoman estudios y, por lo tanto, la jornada puede extenderse hasta la noche. En este sentido, contar con una rutina -y compartiendo responsabilidades- que permita cumplir ordenadamente con actividades cotidianas, como llevar a los hijos al colegio y atender otras necesidades domésticas, es clave para no quedar atrapadas por la agenda y colapsar en marzo.
Como cuarto consejo creo que es importante replantearse el año. Ello, porque se suelen hacer muchos planes en lo personal y profesional, en enero cuando comienza el año en lo formal. Así, solemos trazar objetivos y plantearnos metas para el año que inicia, pero tras el descanso de las vacaciones es bueno revisar esos planes y evaluarlos con una nueva perspectiva. Es posible que surjan nuevas metas, se agreguen objetivos o se cambien algunos. En este sentido, marzo también representa una oportunidad para impulsar algunos proyectos.
La última recomendación, pero no menos importante, es comer sano y hacer ejercicio físico. Esta es una vía para mantener el equilibrio, disminuir el estrés, enfrentar mejor la nueva rutina y compensar los “desarreglos” que se suelen hacer en vacaciones. No se trata de hacer dieta y volvernos deportistas, pero sí de comer más saludablemente e incorporar el ejercicio como parte de la rutina diaria. Así podremos contar con más energía para enfrentar los retos asociados a marzo.
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IMPRIMIBLE GENIAS: CONÉCTATE CON TU PROPÓSITO USANDO EL MÉTODO IKIGAI
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Hoy queremos abordar un tema que se ha repetido en muchas conversaciones de nuestro entorno: cómo compatibilizar el trabajo con las vacaciones de los niños.
Seguramente muchas de ustedes son mamás, y entenderán perfecto lo complejo de este tema. Y si trabajan desde sus casas, las vacaciones pueden ser un desajuste aún mayor a esa rutina que tanto ha costado mantener y cultivar durante el año. ¿Si o no chiquillas?
Y con esto no queremos decir que los niños en la casa sean un problema, ¡al contrario! Que rico poder pasar más tiempo con ellos, que disfruten, tengan tiempo para otras actividades, etc. El tema es que el mundo no se detiene para nosotras, y ajustar los tiempos, horarios y actividades suele transformarse en una verdadera odisea durante enero y febrero.
Así que si estás complicada, haciendo malabares día a día, acá te dejamos algunos consejos que puedes seguir para trabajar en casa sin que los niños te trepen por la cabeza, o te empapen el computador con jugo. ¿A quién no le ha pasado?
1.- Conversa con ellos y establece horarios
Comienza por conversar con tus hijos. Siéntate con ellos y explícales la situación: que ellos estarán de vacaciones, probablemente con ganas de hacer muchas cosas, pero que tú también necesitas algunas horas para trabajar y concentrarte.
Para que lo entiendan mejor y lleguen a un acuerdo, establezcan juntos un horario basado en tu productividad y en sus necesidades. Por supuesto, intenten cumplirlo.
2.- Inscríbelos en actividades artísticas o deportivas
Durante el verano muchos espacios como museos, gimnasios o incluso municipalidades abren escuelas de verano para los niños. Algunas pagadas, otras gratuitas, son una excelente alternativa para mantenerlos ocupados y entretenidos. Ojo con las actividades deportivas que les permitirán descargar energía. Punto a favor para la piscina que suele dar sueño después de nadar un rato, jajajaja.
Quizás no será lo mismo que una jornada escolar, pero te dará algunas horas para que puedas dedicárselas 100% al trabajo.
3.- Set de actividades
Aprovecha la conversación inicial con tus hijos para preguntarles qué les gustaría hacer estas vacaciones en casa y armen juntos un set de actividades que ellos puedan realizar solos. Quizás necesitarán de tu guía y ayuda en un comienzo, pero la idea es que luego puedan hacerlas sin ti.
Por ejemplo:
- Lunes de manualidades: pueden armar un kit de bordado con sus personajes de película favoritos.
- Martes de cine: Hagan un cine en casa y déjalos viendo su película favorita.
- Miércoles de lectura: Invítalos a que lean un cuento y luego representen la historia en una obra de teatro.
- Jueves de deporte: Organicen una yincana con sus vecinos o amigos, que finalice con una rica once con leche con chocolate.
- Viernes comodín: que ellos elijan qué actividad repetir de las que hicieron de lunes a jueves.
De esta manera estarán más motivados en participar de las actividades que ellos mismos han pensado y creado.
4.- Tu espacio de trabajo
Es importante que cuentes con un espacio definido y organizado en tu casa. Si te funciona mejor, durante las vacaciones puedes moverte a otro lugar o habitación para estar más cerca de los niños y echarles un ojo.
Es importante que toda tu familia sepa respetar tu privacidad cuando te encuentras allí.
5.- Mamás unidas, jamás serán vencidas
Seguramente muchas de tus amigas están en las mismas. Unan fuerzas y organícense entre varias mamás para que cada una se haga cargo del grupo de niños durante una jornada.
Si bien puede sonar cansador, piensa que sólo serán un par de días a la semana y el resto podrás dedicárselo full al trabajo.
6.- Flexible es tu segundo nombre
Seguramente el trabajar desde casa te ha exigido ser una mujer flexible. Aprovecha esta ventaja e intenta adaptarte a estos meses de vacaciones.
No te estreses si sale un plan inesperado, o si tienes que cambiar alguna reunión por temas de horario. ¡Aprovecha que tus hijos están cerca para estar con ellos y disfrutarlos!
¡Un abrazo a todas las mamás Genias! Esperamos que estos consejos les sirvan y puedan organizarse estas vacaciones de verano para trabajar y pasarlo bien.
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No sé si les ha pasado, pero cuando estamos muy involucradas con nuestro trabajo -y más aún si somos las dueñas de nuestro propio negocio- la idea de tomarse unas vacaciones parece ser bastante lejana. Y aún así, si nos escapamos unos días, lograr una desconexión total es muy difícil.
Pues bien queridas Genias, hoy venimos a decirles que dejen esa culpa/compromiso/miedo de lado y agarren el auto, un bus, un avión, barco, o lo que sea, y se tomen -por fin- esas vacaciones que tanto se merecen.
¿Las razones? Acá te dejamos 5 que de seguro te van a convencer
1.- Mejora tu salud mental
Diversos estudios han demostrado que tomarse vacaciones es muy beneficioso para tu salud mental. Tu cuerpo, y en especial el cerebro, es una máquina que necesita un receso para evitar un sin fin de enfermedades.
¿Sabías que las mujeres que toman vacaciones menos de una vez cada dos años tienen mayor probabilidad de sufrir una depresión?
Darse un tiempo de descanso te ayudará a evitar enfermedades como la depresión, tensión y cansancio.
2.- Tiempo para reorganizar prioridades
Tomarte vacaciones te ayuda a olvidar la rutina diaria, las obligaciones laborales y de la casa.
Esto te permitirá reorganizar tus prioridades, ver a qué cosas ponerle más cabeza, quizás dejar otras de lado. Hacer este ejercicio no sólo te ayudará en lo concreto, sino también te servirá para que mentalmente tengas el panorama más claro y le quite estrés a tu vida.
3.- Encontrar inspiración y aumentar la creatividad
Unos días de descanso, sin duda, te ayudarán a aumentar tu creatividad porque estarás expuesta a diferentes actividades y relaciones que te permitirán expandir tu mente y absorber nuevas ideas.
Aprovecha tus días libres para leer, ver películas, visitar salas de arte, practicar un deporte.
Al estar en un ambiente distinto al de tu vida diaria, nuestros cerebros están obligados a pensar diferente, encontrando así nuevas fuentes de inspiración y creatividad.
4.- Pasar tiempo con la familia o amigos
Cultivar el tiempo con la familia y amigos es uno de los grandes beneficios que te entregarán tus vacaciones. Estos días te pueden ayudar a revitalizar tus relaciones personales, ya que te sentirás más aliviada de las obligaciones diarias, dedicando más tiempo (¡y de calidad!) a tus seres queridos.
5.- Para proyectarte al futuro
Estás más descansada, compartiendo con tu familia, mucho más creativa e inspirada… ¿Qué mejor escenario para proyectarte al futuro?
Aprovecha este tiempo para pensar en lo que se viene y de qué forma hacerlo. Haz un repaso de tu año laboral anterior y saca en limpio qué cosas quieres repetir y qué no.
Aprovecha ahora, que estás alejada del cansancio y la rutina, para proyectar los plazos de tiempo para lograr tus objetivos de este nuevo ciclo.
¿Te convencimos? Ahora a sacar el kit veraniego que se vienen tus vacaciones. ¡A aprovecharlas!
LOS 5: LAS RAZONES POR LAS QUE SÍ O SÍ DEBIESES TOMARTE UNAS VACACIONES
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¡Hola queridas Genias! Jime por acá.
Hoy les vengo a hablar de planificación. Como sabrán, estoy obsesionada con ella. Creo que es una herramienta que, si la manejamos y entendemos bien, nos puede ayudar mucho a concretar nuestras ideas y proyectos.
¿Porque a ustedes también les pasa que tienen miles de temas en la cabeza que las bloquean, y que a veces las frustran y no las dejan avanzar?
En esta columna que escribí para Revista Paula les hablé sobre la definición de objetivos en base a lo que me hace crecer y aporta a mi misión personal, y luego, cómo hay que manejar los objetivos, dividiéndolos en acciones inmediatas. Si hago ese trabajo es un gran paso ¡pero es sólo el comienzo! El desafío ahora es cómo llevo eso a la realidad y cómo se traduce en mi día a día.
¿Les ha pasado que sienten que el día pasó y que no hicieron nada? ¿Que no avanzaron en esos pendientes que tenían en mente? ¿O que no saben por qué tarea empezar o a que darle prioridad?
Esto pasa por dos grandes problemas:
Primero por las interrupciones, pueden ser un café, una pregunta de alguien que trabaja contigo, que quieres cambiar la música, que se nos olvidó el vaso de agua, entre miles de otras interrupciones externas o algunas que nosotras mismas buscamos.
Y segundo porque nos creemos multitasking, pero NO. Así es queridas mías, nos juramos súper multitasking y que podemos tener abierto el mail, completar nuestro cuaderno con los pendientes del día, hacer un pago del banco, leer el último post de nuestro blog favorito, ver las ofertas del cyber, además de responder un whatsapp y comentar la foto de Instagram de una amiga.
Para que no nos pase esto y podamos ser eficientes con nuestro tiempo escaso y único, les tengo 3 tips que he probado y no fallan.
1.- Técnica de Pomodoro: Ésta es mi favorita, y en este minuto para escribir esta columna la estoy haciendo. Se usa un cronómetro (celular) para dividir el tiempo en intervalos indivisibles, llamados pomodoros de 25 minutos de actividad, seguidos de 5 minutos de descanso.
La clave es que en esos 25 minutos se haga sólo el trabajo, no se aceptan distracciones. Después tendremos 5 minutos para sacar la vuelta, ver el teléfono o hacernos un té.
El beneficio es que las pausas frecuentes son capaces de mejorar la agilidad mental y se enfoca en disminuir las interrupciones.
2. Calendarizar bloques de tiempo: Este también es mi favorito.
Se trata de priorizar y calendarizar tareas. Para eso tienes que establecer cuáles son los trabajos más importantes, esos que te ayudan a avanzar de manera concreta. Luego, en tu calendario, bloquea un espacio de tiempo en tu horario que para ti va a ser SAGRADO y que te va a ayudar a hacer ese trabajo importante. Así nos obligamos a hacer tareas que muchas veces no concretamos o que no nos damos el espacio para hacerlas.
3.- Buscar un mentor: Esta es muy enriquecedora y necesaria, es la más “cualitativa” pero igual de importante que las otras.
Busca a alguien: puede ser una amiga, otra emprendedora, un asesor, una persona que admires profesionalmente para que te acompañe y guíe a cumplir tus tareas y objetivos. Es alguien que revise lo que hacemos, que nos de señales y una mirada externa.
Para esto se puede contratar a alguien, pero también te puedes juntar con otro emprendedor y así se mentorean mutuamente. Una vez al mes, se juntan para analizar sus trabajos. Ayuda a cumplir las metas, a tener una mirada externa y a hacer comunidad.
Ahora, ¡manos a la obra! La planificación es algo personal y que debemos adaptar a nuestras necesidades. Una vez que lo logren se van a impresionar lo productivas que pueden ser y lo bien que pueden avanzar en sus proyectos, ideas y trabajo.
¡Un gran abrazo!
Jime
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