Karina Pérez es directora asociada de Robert Half, empresa especializada en reclutamiento y selección de personal, además de contar con una amplia experiencia como consultora en cambio organizacional, procesos de negocio y otras diversas temáticas laborales.
En este post nos entrega 5 consejos para retomar el trabajo después de las vacaciones, sin colapsar en el intento.
Se acerca marzo y con él una serie de actividades que demandarán más tiempo, energía y cambios en la agenda diaria marcada por el relajo de vacaciones. Para enfrentar mejor este mes, comparto algunas recomendaciones que pueden ayudarnos:
Un primer consejo es planificar el día y la semana de retorno. Ello, porque en las vacaciones suele haber un cambio de rutina, con horarios más relajados. Por lo tanto, es muy importante asumir que el horario se va extender y que se viene un ritmo más intenso. Marzo suele ser un mes bastante activo y exigente en términos laborales. Entonces, organizarnos bien ayudará a disminuir la ansiedad y evitar un estrés mayor post vacaciones.
Una segunda recomendación es tomarse el tiempo para reconectarse con las personas y darse el espacio para conversaciones amenas con los compañeros de trabajo. Comentar sobre las vacaciones, las experiencias, anécdotas, lecturas, etc., genera conexiones con quienes trabajamos y contribuye a mejorar el ambiente. Así se hará más llevadero el retorno a la rutina laboral.
El tercer punto a tener en cuenta es crear una rutina que permita equilibrar la vida familiar y el trabajo. Especialmente porque en muchos casos junto con el retorno al trabajo se retoman estudios y, por lo tanto, la jornada puede extenderse hasta la noche. En este sentido, contar con una rutina -y compartiendo responsabilidades- que permita cumplir ordenadamente con actividades cotidianas, como llevar a los hijos al colegio y atender otras necesidades domésticas, es clave para no quedar atrapadas por la agenda y colapsar en marzo.
Como cuarto consejo creo que es importante replantearse el año. Ello, porque se suelen hacer muchos planes en lo personal y profesional, en enero cuando comienza el año en lo formal. Así, solemos trazar objetivos y plantearnos metas para el año que inicia, pero tras el descanso de las vacaciones es bueno revisar esos planes y evaluarlos con una nueva perspectiva. Es posible que surjan nuevas metas, se agreguen objetivos o se cambien algunos. En este sentido, marzo también representa una oportunidad para impulsar algunos proyectos.
La última recomendación, pero no menos importante, es comer sano y hacer ejercicio físico. Esta es una vía para mantener el equilibrio, disminuir el estrés, enfrentar mejor la nueva rutina y compensar los “desarreglos” que se suelen hacer en vacaciones. No se trata de hacer dieta y volvernos deportistas, pero sí de comer más saludablemente e incorporar el ejercicio como parte de la rutina diaria. Así podremos contar con más energía para enfrentar los retos asociados a marzo.