Estuvimos viendo el pronóstico del tiempo y ahora sí que sí, dicen que el frío llega con todo. Así que con esta información fuimos corriendo a hablar con la Panchi, de La Petite Bakery, para que nos compartiera alguna receta dulce para disfrutar estos días de invierno.
Así que acá te dejamos esta deliciosa preparación de cheescake de ricota, ¡seguro te tientas y la preparas!
Ingredientes
Para la base:
- 2 paquetes de galletas de mantequilla o vainilla
- 4 cucharadas de mantequilla derretida
Para el relleno:
- 570 grs. Ricotta fresca
- 227 grs. (un paquete) de queso crema a temperatura ambiente
- 200 grs. De azúcar blanca (o 270 grs. si te gusta más dulce)
- 1 cucharada de maicena
- 4 huevos grandes de gallinita feliz
- Zeste de un limón o naranja bien lavada
- Extracto de vainilla
Preparación
En una procesadora o licuadora moler bien las galletas, llevarlas a un bol y mezclarlas con la mantequilla derretida hasta que quede una arena bien húmeda.
Usaremos un molde desmontable con palanca de 20-22 cms de diámetro. Ponemos las galletas molidas dentro y cubrimos bordes y fondo, podemos ayudarnos de un vaso para dejar bien prolijo y prensado. Llevamos al refrigerador por 15 minutos mínimo.
Prendemos el horno a 160ºC. Y ponemos la bandeja a la mitad.
En una tetera ponemos a hervir agua para nuestro baño María. Reservamos.
En otro bol grande, poner el queso crema y con la ayuda de la lira o batidora manual, “soltar” el queso para que no queden grumos. Es importante que no esté frío para que suelte más rápido.
Añadimos la ricotta y el azúcar y mezclamos bien. Luego la maicena.
Vamos a ir incorporando los huevos de a uno, hasta que quede una pasta lo más lisa posible sin sobrebatir, si no se va a inflar y quebrar cuando se hornee y luego va a bajar quedando un desnivel.
Por último agregamos el zeste y la vainilla, y con la ayuda de una espátula nos aseguramos de que quede bien incorporado.
Sacamos el molde del refrigerador y lo cubrimos por abajo con alusa foil para que no entre el agua del baño maría. Lo metemos dentro de un contenedor más grande, tipo pyrex y al horno. Ahora con cuidado echamos el agua que está hirviendo en el contenedor más grande, hasta la mitad de la altura del molde y horneamos por 60-70 minutos.
Los bordes van a estar dorados y la idea es que el centro esté gelatinoso… si se mueve el molde, ahí ya está listo.
Sacar y dejar enfriar totalmente. Luego refrigerar mínimo 6 horas antes de comer.
Puedes terminarlo con mermeladas, frutas, manjar, crema … ¡lo que se te ocurra!