El siguiente post fue escrito por Blanca Rodriguez, experta en gestión de RRHH y Comunicación Interna, en conjunto con la cervecería AB InBev Chile, con quienes realizamos una interesante charla para todo su equipo el Día Internacional de la Mujer.
Sin duda la clave para el desarrollo profesional está en una misma. Ésta es la conclusión a la que llegamos en el taller sobre barreras y sesgos de género en AbInBev. Debemos ser valientes y proactivas asumiendo nuestra responsabilidad en materia de equidad de género cada una en su ámbito de influencia. En una cena, en la educación de nuestros hijos (y parejas), en una reunión de trabajo o ante un comentario desafortunado. Alcemos la voz ante esos sesgos de género.
Muchas profesionales brillantes no saben que lo son, porque nos han educado para ser prudentes. Por eso no lo decimos, y mucho menos nos lo decimos a nosotras mismas, nos da vergüenza por cortesía del efecto Golem (poner expectativas muy bajas sobre alguien o sobre uno mismo, conduciendo a un peor desempeño), porque hemos oído tantas veces que no es posible ser buenas profesionales y madres, que tal vez nos lo hemos creído.
Muchas profesionales brillantes han trabajado tanto en la tarea, en hacer las cosas perfectas, y en proyectos y prioridades de otros, que no se han parado a pensar en las propias dejándose llevar por el día a día, porque nos han educado para ser perfectas, para no cometer errores, para tener cuidado pero, la excelencia, no es la perfección. Dejemos esa creencia de las mujeres perfectas y querámonos felices e imperfectas.
¿Alguna vez has sentido que tus logros profesionales son fruto de la suerte o de factores externos a tu talento y que, algún día, alguien se dará cuenta?¿Has tenido la sensación de que no eres suficientemente buena para aplicar a una promoción o a una posición de mayor responsabilidad en otra empresa? ¿No te atreves a participar en un taller, en un congreso, o a dar una idea en una reunión por si tu pregunta no es suficientemente inteligente?.
Bienvenida al Síndrome de la Impostora, tengo una buena noticia… No eres “una profesional fake”, se trata de un fenómeno psicológico que afecta 2/3 de las mujeres en algún momento de sus vidas, según el estudio “The impostor phonomenon”.
El síndorme del impostor
Se trata de una condición que afecta principalmente a mujeres y se defiene como un malestar emocional asociado al sentimiento de no merecer la posición que se ocupa a nivel laboral, académico, o social.
Sus principales síntomas están relacionados con la sensación permanente de desvalorizar los éxitos y capacidades propias. Los impostores creen que
Viven en una falsedad en términos intelectuales, y que eso -en algún momento- va a ser descubierto. Se consideran un fraude y temen que los demás descubran su falta de méritos y conocimiento.
Esto se traduce en personas autoexigentes y sumamente responsables, con mucha presión por demostrar que son exitosas en los diferentes ámbitos de su vida.
¿Qué acarrea esto? La sensación de nunca estar a la altura de las espectativas de los demás, ansiedad, estrés e incluso sentimientos de desesperanza.
¿Cómo combatir el síndrome del impostor?
Si sientes que sufres de este síndrome, aquí te dejo algunos consejos que te pueden ayudar.
1.- Toma conciencia: Lo primero es reconocer que tienes esta condición. Una buena idea para identificarlo es a través del papel. Llevar un diario, donde anotes tus sentimientos y emociones, puede ser una excelente forma de hacerlo.
2.- Pregunta a tus más cercanos: Conversa con tu entorno, te darás cuenta que muchos hemos sufrido del síndrome del impostor alguna vez en nuestra vida. Tener esto en mente te puede ayudar a entender que es algo común, y si los demás pudieron superarlo, ¿por qué tu no?
3.- Escribe tus éxitos: Reconocer aquello que has logrado es súper importante. Una buena idea es que hagas una lista con todos tus éxitos, por muy pequeños que sientas que son.
4.- Deja las excusas de lado: Cuando alguien reconozca tus méritos o te piropee por algo que hiciste, acéptalo, agradécelo y quédate con eso. Nada de poner un “pero” al final de la frase.
5.- Cuidado con las comparaciones: Intenta no compararte con el resto ya que puede ser un arma de doble filo. Céntrate en tus acciones, en tus capacidades y esfuérzate día a día por transformarte en la mejor versión de ti misma.
6.- Sé amable contigo: Nadie es perfecto y los errores son parte de la vida. Así como es importante que premies tu éxitos, también lo es no castigarte cuando te equivocas.
Ahora que lo sabes, cuando vayas a decir que no a una oportunidad, te quedes pensando si hacer o no esa pregunta o a dar esa opinión, sé valiente, confía en ti, y no le des cabida a esa impostora ficticia. Y cuando veas que la sombra de la impostora acecha a una compañera, a una amiga, o a alguien de tu equipo, díselo. Nos han educado para ser prudentes, pero es el momento de ser valientes.
Impulsar el talento de las mujeres es hoy un must en cualquier organización, hace falta mujeres en posiciones de responsabilidad, hace falta role models y, para eso, debemos derribar esas barreras inconscientes y aprovechar las oportunidades. El momento es ahora.