Hacer más deporte, más tiempo con la familia, comenzar a meditar, un día de desconexión a la semana, son sólo algunas de las resoluciones que las Genias hemos hecho a los largo del tiempo.
La llegada de un nuevo año pareciera ser el momento preciso para hacer algunos cambios o integrar nuevos hábitos a nuestra vida. Todo suena muy lindo, hasta que -por lo general- llega marzo y nuestra resoluciones se convierten en un utópico deseo escrito en un papel.
Por eso, hoy te queremos dar 7 consejos para que puedas mantener tu resoluciones de año nuevo y así llegues a diciembre sintiéndote bacán por haberlo logrado. ¡Vamos que se puede!
1.- Objetivos pequeños y realistas
Que yo quiera correr una maratón en abril es bastante poco probable, sobre todo si mi rutina de ejercicios se limita a correr detrás de la micro.
Es importante que tus resoluciones sean realistas porque tendrás mayor probabilidad de éxito. Si comenzamos de a poco, podemos escalar hasta objetivos más difíciles y a largo plazo.
2.- No estás sola
Cuando te comprometes con alguien la motivación es más fuerte. Por eso, busca una amiga, prima, compañera de trabajo, o quien sea, para que juntas logren una resolución.
Por otro lado, si comunicamos nuestro objetivo, es más probable que lo cumplamos. Así que corre la voz y hazlos públicos.
Incluso, es más probable que lo logremos si podemos verlos como algo importante para otras personas.
3.- Elige tus batallas
Aplica el dicho de “menos es más”. Tener muchas resoluciones lo único que te generará es estrés, y por lo tanto será más fácil fracasar.
Recuerda que los propósitos por lo general son hábitos, por lo tanto debes tomar decisiones conscientes a lo largo del tiempo. Y mientras menos decisiones, mejor, porque tendrás más energía, autocontrol y fuerza de voluntad.
4.- Las razones
Muchas veces nuestros propósitos fallan porque no tenemos claras las razones de por qué queremos hacerlo.
Para esto debes ser muy honesta contigo misma y agregar el por qué luego de cada objetivo. De esta forma nuestro cerebro aceptará esta nueva actividad y será más fácil cumplirla.
5.- Escríbelos en un papel
Llevar tu propósitos a un papel los hará más real y podrás visualizarlos más fácilmente.
¿Sabías que un estudio del Journal of Clinical Psychology confirmó que las personas que escriben sus propósitos de año nuevo son 10 veces más propensas a cambiar su comportamiento y lograr su meta?
6.- La constancia lo es todo
Sí, esto puede sonar lindo, pero ¿cómo lo logramos?
Una buena forma de ser constante es supervisándote a ti misma. Lleva un registro de tus avances y recuérdate constantemente lo que quieres lograr y por qué.
Asimismo haz evaluaciones (puede ser una vez al mes), y así podrás monitorear tus avances y, si es necesario, cambiar tu plan de acción.
7.- Supera el fracaso
Si ves que la cosa se pone cuesta arriba, entonces tómate un tiempo, respira y analiza qué está fallando.
Así podrás activar los mecanismos necesarios para seguir adelante. Y recuerda ser realista: si uno de los propósitos te está costando demasiado, suéltalo y vuelve a intentarlo más adelante. No te presiones ni transformes estos objetivos en algo negativo.
¡Esperamos les hayan servido estos consejos! Ahora a poner en una hoja todas nuestras resoluciones y a trabajar en ellas.