“Queremos trabajar contigo” es la frase que tanto esperabas. Tras pasar por una serie de entrevistas y un proceso que te ha tenido en la incertidumbre total, suena el teléfono y, desde el otro lado, pronuncian esas palabras: es la confirmación de que quedaste en el puesto al que estabas postulando. ¡Gran noticia! En ese punto viene la felicidad, el nerviosismo y también las ganas de empezar.
Llega el primer día, donde conoces al equipo y comienzan a explicarte en concreto cómo funciona tu cargo y la empresa u organización en general: quién hace qué y cómo. Es tanta información que incluso puedes verte abrumada y comienzas a preguntarte “¿cuánto tiempo me llevará adaptarme a este nuevo trabajo?”. De hecho, es probable que a todas nos haya asaltado esta duda alguna vez. Y es que todas hemos pasado por esto, ¡no estás sola!
Según los expertos, las primeras semanas son de aprendizaje. En estos días conocerás la cultura corporativa, las herramientas de trabajo y a tus compañeras y compañeros. Y no te preocupes, es completamente normal esa sensación de no sentirte parte y tener muchas preguntas (consejo: hazlas. Haz tantas preguntas como puedas, es el momento para hacerlo). Poco a poco, cuando ya lleves entre 1 y 3 meses en el lugar, empezarás a sentirte más cómoda con tus tareas diarias, las entenderás mejor y podrás ejecutarlas cada vez con mayor facilidad. Eso sí, no lo olvides, todavía estarás en proceso de adaptación, pero ya tendrás una idea más clara de cómo funciona todo. Luego, pasados los tres meses, comenzarás a sentirte parte del equipo de trabajo (consejo 2: date el espacio de conocerlos, conversa, entiende cómo trabajan y muéstrate colaborativa).
Ahora, la pregunta del millón: ¿cuándo me sentiré 100% adaptada? “En general entre los seis meses y el año se muestra una buena adecuación al puesto de trabajo”, asegura María Antonieta Pirinoli, gerenta de personas, HR Transformation Manager, psicóloga, coach y scrum master.
Hay que tener calma, sí. La paciencia, la tranquilidad y entender —repetimos– que esto se trata de un proceso, que no es de un día para otro ni de una semana para otra, es clave. No te apures ni te autoexijas tanto. Hacerlo, dice María Antonieta, “es un sobresfuerzo muy difícil, ya que necesito conocer la cultura, declarar bien los objetivos del cargo y alinear expectativas”. Y esto, por supuesto, lleva tiempo.
Hacer de la adaptación un proceso más llevadero y, finalmente, exitoso, involucra, dice Pirinoli, “más conversaciones con embajadores de la marca o del negocio, un onboarding conocido en etapas con las reuniones clave [porque no todo depende de ti, también de tus empleadores] y, obvio, salidas a terreno. Con esto quiero decir ¡ir donde el negocio ocurre! Ya sea tienda, centro de distribución, centro productivo, etc.”.
¡Esto es un proceso que lleva meses! Tú y tus empleadores deben saberlo y así tu adaptación será total. ¡Vamos por más!
