En el Mes de la Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, junto a Dove quisimos hablar sobre la importancia de mantenernos informadas cuando se trata de los riesgos que conlleva esta enfermedad, pero también de las distintas medidas que se pueden tomar para disminuir el riesgo de padecerla.
Según datos de GLOBOCAN (proyecto de la International Agency for Research on Cancer, IARC), en Chile se diagnosticaron 55 cánceres de mama por cada 100 mil mujeres en el año 2020. A nivel mundial, el cáncer de mama representa 1 de cada 8 diagnósticos de cáncer, según la OMS.
Y aunque el cáncer de mama es el tipo de cáncer más común a nivel mundial, y también la principal causa de mortalidad entre las mujeres, cuando es detectado de manera precoz, el pronóstico de cura es mayor al 90%.
Para hablar sobre este tema, conversamos con la Dra. Valentina Ovalle, Oncóloga Radioterapeuta de la Clínica IRAM, y Directora de la Sociedad Chilena de Radioterapia Oncológica (SOCHIRA).
Últimamente, se ha discutido mucho sobre si se puede hablar de prevención o no cuando se trata del cáncer de mama. ¿Es cierto que el cáncer de mama no se puede prevenir? Y si no, ¿de qué forma se puede adoptar un enfoque más preventivo?
Dra. Ovalle: Cuando hablamos de prevención, nos referimos a ciertas medidas que se pueden tomar para disminuir el riesgo de padecer cáncer de mama, como por ejemplo, hacer ejercicio regularmente. La cantidad de tiempo depende del tipo de ejercicio; si es moderado o intenso. Si es moderado, se recomienda ejercitarse durante 300 minutos semanales, y si es intenso, aproximadamente 150 minutos”, explica la Dra. Valentina Ovalle.
También se han estudiado los efectos del tipo de dieta que adoptamos. Se ha encontrado que dietas con patrones ricos en plantas y con una menor cantidad de productos animales o alimentos refinados también ayuda a reducir riesgos. Lo mismo con la dieta mediterránea.
Otro factor que puede incidir es la ingesta de alcohol y el aumento de peso durante la vida adulta (sobre todo después de la menopausia)”.
Otro de los mitos que se han difundido en torno al cáncer de mama es que es hereditario. Sin embargo, según el mismo estudio realizado por GLOBOCAN, 9 de cada 10 tumores de mama no están asociados a factores genéticos, y se deben a causas ambientales o externas:
“Aunque en la mayoría de las mujeres con cáncer de mama no existe una causa que provenga de una variante genética conocida, sí hay que sospechar en caso que exista una historia de cáncer en la familia (tanto si provienen de hombres o mujeres). Lo ideal en esos casos es hacer un Asesoramiento Genético para determinar el riesgo de tener una variante genética que explique el cáncer de mama”, dice la Dra. Ovalle.
¿Cuál es la diferencia entre prevención, autoexamen y detección precoz?
Dra. Ovalle: Hablamos de prevención primaria cuando nos referimos a una persona sana, que aún está a tiempo de tomar ciertas medidas para disminuir el riesgo de padecer cáncer de mama.
La detección precoz, en cambio, es posible cuando una persona sin síntomas se realiza un examen de tamizaje (también conocido como “screening” o “chequeo”), el cual sirve para detectar un cáncer de mama en una etapa inicial. La mamografía de tamizaje se ha asociado a una disminución de la mortalidad.
El autoexamen, en cambio, es una herramienta que no se ha demostrado que sirva para hacer detección precoz en la población, pero sí podría ayudar a detectar cambios relevantes, como la forma de la mama o la aparición de un nódulo, por ejemplo. Lo bueno del autoexamen es que indicios como estos deberían motivarnos a consultar a un especialista”, explica la Dra. Ovalle.
¿Qué recomendaciones crees que las mujeres deberíamos tener en cuenta cuando se trata del cáncer de mama?
Dra. Ovalle: La recomendación médica es que las mujeres mayores de 40 años se hagan una mamografía anual, y que las pacientes de mayor riesgo (por ejemplo, con antecedentes familiares), comiencen antes sus controles médicos y con imágenes. Algo que también es importante mencionar, es que no solo las mujeres con antecedentes familiares de cáncer de mama se consideran de mayor riesgo. Una mujer cuyo padre o abuelo tuvo cáncer de próstata también puede serlo, sobre todo si el diagnóstico fue a una edad temprana”.