Sin duda, uno de las cosas más valiosas de crear comunidad y estar en contacto con otras mujeres es poder compartir experiencias. Cuando decides emprender no siempre tienes a alguien que te guíe y te aconseje, lo que hace que el camino sea, a ratos, solitario y algo confuso.
Por eso, en esta nueva sección, le pedimos a varias emprendedoras que nos dieran una manito y nos contaran aquellos secretos que nadie les dijo cuando estaban comenzando, y que hoy son vitales para el funcionamiento de sus negocios.
Pilar Letelier, dueña de la tienda de manualidades Cabeza de Alfiler, es nuestra primera invitada. ¿Quieres ver cuáles fueron sus consejos?
¡Aquí te los dejamos!
1. Conéctate con tu pasión
Si vas a emprender, lo ideal es que lo hagas en algo que realmente te guste y te apasione.
Hay muchas razones por las que puedes querer emprender, pero seguro que algunas de ellas es que quieres tener más tiempo, ser tu propia jefa y hacer lo que te gusta. Emprender no te da necesariamente más tiempo, pero si haces lo que te gusta, de seguro las horas que trabajes se pasarán volando y muchas veces no sentirás que estás trabajando.
Además, esta época en que Instagram y las redes sociales son nuestra vitrina, quienes emprendemos tenemos que conectar emocionalmente con nuestros clientes y no hay forma más efectiva y natural que mostrando tu amor por lo que haces. Esa conexión emocional es lo que te diferenciará y hará que tu emprendimiento sea único y especial.
2. Imagina tu cliente ideal
Tu cliente ideal es alguien de carne y hueso, y tú misma puedes elegir qué tipo de clientes quieres que compren tus productos o servicios.
Es importante que definas a tu cliente en cuanto a género, edad, lugar donde viven, etc., pero tanto o más importante es que sepas cómo se siente esa persona y cómo, con tu producto o servicio, puedes mejorar su situación en particular.
Si estás partiendo tu emprendimiento puedes imaginar a ese cliente ideal, buscar conocidos que tengan las características que imaginas, y hacerles una encuesta sobre cómo se sienten antes de comprar tus productos o servicios y sobre cómo esperan sentirse después. Si ya tienes un emprendimiento, y ya tienes clientes y seguidores, puedes hacerles las preguntas a ellos a través de encuestas o de tus redes sociales.
Siempre anota esas respuestas e intenta identificar las que más se repiten y las palabras que sean claves. De a poco puedes ir profundizando y definiendo con más detalle a tu cliente ideal.
Cuando quieras comunicar algo sobre tu marca (post en redes sociales, email marketing, descripción de tus productos/servicios en tu página web, etc), hazlo dirigiéndote a ese cliente ideal para que así puedas conectar emocionalmente con esa persona y atraigas a quien quieras que compre tus productos o servicios.
3. Enfócate en ayudar y solucionar los problemas de tus clientes
Más que enfocarte en los números, que sin duda son una parte esencial de cualquier emprendimiento o negocio, enfócate en ser un aporte para tus clientes. El resto se dará solo.
Es importante preguntarse constantemente “¿en qué ayuda mi producto/servicio a mis clientes?”, “¿cómo los puedo ayudar aún más?”
ESCUCHA y anota las preguntas que te hacen, los productos/ servicio que te piden, o cualquier comentario que pueda ser un aporte. Así puedes ir evaluando qué cambios puedes ir incorporando para entregar cada vez un mejor servicio.
Eso si, siempre ten en cuenta tu propuesta de valor (lo esencial de tu emprendimiento, lo que te diferencia de los demás), los valores de tu marca y a tu cliente ideal.
4. Mantén el orden de tu negocio y planifícate
En el tiempo que llevo emprendiendo he aprendido que el orden y la planificación son CLAVE.
Cuando emprendes hay muchísimas cosas que hacer, y generalmente al principio lo haces todo sola. Por eso es común caer en ir por la vida apagando incendios y sentir que al final del día no hiciste nada de lo que tenías que hacer. Claro que es importante apagar incendios, pero puedes dejar tiempo para eso dentro de tu planificación.
¡Al tener un horario ordenado y tareas claras para cada día bajarás muchísimo tus niveles de estrés, y te sentirás mucho más productiva!
Deja tiempo en tu planificación para las tareas administrativas, que generalmente son las que menos nos gustan, pero también son importantes para tu negocio. Yo generalmente las agendo para los lunes o martes en la mañana que es cuando tengo más energía.
5. Preocúpate de tu bienestar
Tú eres el motor de tu emprendimiento. Si tu energía está alta, tu negocio anda bien, si tu energía está baja, es difícil que las cosas funcionen.
Antes te hablé de planificación, entonces TIENES que incluir en tu planificación tiempo de descanso y/o autocuidado. Cualquier cosa que te ayude a recargar energías sirve.
Es normal generar una relación de amor y odio con tu emprendimiento, pero para que el mayor tiempo sea de puro amor es necesario que cambies el foco de vez en cuando.
¡Cuidar de ti misma también es cuidar tu negocio!
6. Aprende todo lo que puedas
A muchas emprendedoras nos ataca el “síndrome del impostor”, que en parte se manifiesta como una sensación donde no te sientes lo suficientemente buena o experta en el tema sobre el que trata tu emprendimiento.
Es algo muy común, pero hay que evitar esto te paralice. No tienes que ser una experta para poder emprender en algo, también puedes ir aprendiendo en el camino.
En mi caso, que tengo una tienda de manualidades, sabía bordar y tejer muy básico y sabía poco sobre materiales, composiciones de lanas, grosores, cantidades, etc, pero lo aprendí y sigo aprendiendo constantemente. Al principio compré algunos libros y googlié lo más que pude sobre el tema, pero asumí que era imposible que aprendiera todo de una y que iba a haber clientas que seguramente iban a saber más que yo. Muchas veces me hacían preguntas específicas y humildemente les respondía que no lo sabía, porque aún estaba aprendiendo. No recuerdo que alguien se haya molestado por eso.
Toma cursos, asesorías, libros, etc…, sobre tu tema en particular y sobre emprendimiento en general. De verdad que son una inversión, donde vas a aprender muchísimo y te vas a sentir cada vez más empoderada (¡chao síndrome del impostor!).
7. ¡Delega!
Esto es algo que nos cuesta muchíiiiiisimo, porque a muchas nos gusta tener el control de todo lo que pasa en nuestro emprendimiento.
Como te decía antes, cuando emprendes, tienes que hacer muchísimas cosas, y si tu negocio empieza a crecer, se vuelve insostenible que una sola persona haga todo, además que comprometes tu tiempo y tu salud.
En Cabeza de Alfiler somos un equipo de 4 mujeres y, aunque me costó dar el paso, ¡ha sido lo mejor! Es bacán poder armar un equipo donde todas tenemos cosas que aprender, que enseñar y que aportar.
¿Te gustaron estos consejos? Recuerda que puedes conocer más a Pili y su hermosa tienda Cabeza de Alfiler a través de su web e Instagram.