"Haz una cosa que creas que no puedas hacer, fracasa en eso, inténtalo de nuevo, y luego hazlo mejor la segunda vez", dijo Oprah Winfrey una vez, a propósito de la importancia de enfrentar nuestros miedos, e ir por eso que queremos alcanzar.
La productividad funciona de una manera similar: seguramente, tú también has probado distintos métodos para organizarte mejor, y hacer más en menos tiempo, y una y otra vez, has sentido que técnicas como escribir listas, ordenar tu calendario, o incluso tu escritorio, no te ayudan como deberían.
Pero como dice Oprah, no todo lo que es bueno para nosotras funciona en el primer intento, a veces ni siquiera en el segundo, pero puede ser que en el tercero sí. Por eso, en este post te mostramos algunas prácticas simples y eficaces para mejorar tu productividad, que te aconsejamos probar incluso si no te funcionaron la primera vez.
1. Escribe tu lista de quehaceres
Hacer listas de tareas es probablemente una de las técnicas de productividad más comunes y fáciles de seguir que existen, además de necesarias. Es muy fácil olvidarse de las tareas diarias, por más importantes que sean, y por eso se hace tan necesario escribirlas.
Hay dos formas de hacerlo: en una lista física (en una libreta, agenda, cuaderno, planner, bullet journal), o digital (apps, notas del celular, etc.) Estos días, un medio que te recomendamos para hacer listas de pendientes o tareas es Google Tasks, una herramienta que te permite ir almacenando todas tus tareas, asignarles fechas, y tacharlas una vez que estén completadas (el mejor momento del día, ¿o no?).
2. Técnica Pomodoro
Enfrentarse a una nueva tarea o proyecto puede ser intimidante, no importa cuántas veces hayamos pasado por algo similar. Cuando nos sentimos así, es probable que terminemos aplazando el momento en que nos sentamos a trabajar en ese proyecto. La técnica pomodoro es perfecta para usar en estos momentos.
¿De qué se trata? Este es un sistema basado en trabajar en intervalos de 25 minutos, con descansos intermitentes de 5 minutos. Es como una versión extendida de la regla de los 5 minutos.
3. Usa la regla de los 5 minutos
Esta técnica es ideal para las personas que tienden a procrastinar más de la cuenta (no te preocupes, ¡a todas nos pasa!). Por eso, cada vez que te encuentres postergando una tarea, enfócate en ella solo 5 minutos, ni más ni menos.
Y aunque 5 minutos no bastan para terminar una tarea, sí son suficientes para darnos el impulso necesario para seguir avanzando. Nuestra recomendación es que pongas una alarma al empezar, y dejes de trabajar apenas se terminen los 5 minutos, y repite esta técnica cada vez que te esté costando concentrarte en ese pendiente que no quiere irse de tu lista.
4. Tómate un break y luego vuelve a tu tarea
El bloqueo creativo o la falta de motivación necesaria para hacer tareas diarias es real, y nos afecta a todas en algún momento. En esos casos, algo que ayuda mucho es tomar un poco de distancia de eso que estamos haciendo.
Es normal pensar que entre más tiempo dedicamos a una tarea, tendremos mejores ideas o seremos más productivas, y aunque la disciplina es muy necesaria si queremos avanzar en algo, también puede serlo cambiar de espacio, de situación, caminar, escuchar música, ver un video en youtube, o ir a prepararse un café.
En algún momento, y solo después de que hayas dejado de pensar en eso que te preocupa, tu idea volverá con energía creativa renovada.
5. Bloquea espacio en tu Google Calendar
El bloqueo de tiempo o "Time blocking" es simplemente establecer una cantidad de tiempo para trabajar en una tarea o proyecto, y asignarlo en nuestro calendario, para que de esa forma no nos agenden reuniones durante ese tiempo
Lo más importante, esta técnica es un recordatorio visual de las tareas que tendremos durante el día, y cuánto tiempo deberíamos invertir en ella. Para las personas que aman tener su día estructurado y claro en cuanto a lo que tienen que hacer, es perfecto.