Es probable que todas hayamos experimentado al menos alguna vez en nuestras vidas la necesidad de hacer muchas cosas distintas al mismo tiempo. Este fenómeno es conocido como "multitasking", y aunque al comienzo pueda ser extremadamente útil (y necesario) avanzar en distintos proyectos o pendientes al mismo tiempo, como responder emails, planificar la próxima semana, trabajar en los proyectos pendientes, o preparando una presentación importante, el multitasking también puede ser perjudicial cuando abusamos de él.
Existe una idea generalizada de que ser capaz de realizar múltiples tareas en el trabajo es una fortaleza, pero un estudio en el Journal of Experimental Psychology: Human Perception and Performance, demostró que hacer varias tareas al mismo tiempo es menos eficiente, porque requiere más tiempo para hacer el switch cada vez que cambiamos de tarea.
Otro estudio de la Universidad de Londres encontró que los participantes que realizaban multitasking durante tareas cognitivas experimentaron una disminución de la puntuación de coeficiente intelectual, similar a los participantes del estudio que se quedaron despiertos toda la noche.
Si tú también sufres las consecuencias del multitasking en tu día a día, a continuación te mostramos 5 formas de cuidar tu salud mental, y aumentar tu bienestar y productividad en el trabajo.
Conoce tus límites y aprende a decir “no”
Vivimos en una cultura en la que se ha ido normalizando la idea de llenar cada minuto de cada día con cosas por hacer. Como resultado, terminamos sobrecargándonos de pendientes y sintiéndonos abrumadas, y al mismo tiempo frustradas, por no poder hacer todo lo que nos propusimos hacer. Pero lo cierto es que no necesitamos hacer todo.
Nedra Glover Tawwab, autora del bestseller “Cuestión de límites”, enseña a reconocer los propios límites y a respetarlos, no solo para tener una mejor relación con los demás, sino también con nosotras mismas, y explica que “enfocarnos demasiado en cómo otros podrían responder, afecta nuestra capacidad de actuar y de tomar decisiones”.
Al decir “no”, también tienes más tiempo para dedicarte a otras cosas y alcanzar tu máximo potencial. Puede parecer doloroso decir que no al principio, pero con el tiempo se te hará más natural rechazar planes o reuniones innecesarias.
No sacrifiques lo que te hace bien
Es fácil dejarse llevar por los pendientes de cada día, y cancelar otros planes, o poner en pausa ciertos hábitos que sabemos que nos hacen bien, pero que parecen menos importantes que tener un día productivo, como hacer ejercicio, meditar, o incluso desayunar. También es fácil seguir trabajando después de nuestro horario, solo porque estás decidida a tachar cosas de tu lista de tareas pendientes antes de terminar el día. Pero lo cierto es que tener una rutina saludable también puede darnos una sensación de control en tiempos estresantes.
Empezar el día a nuestro propio ritmo y apegándonos a hábitos que nos hacen bien puede establecer el tono de todo el día y nos permite estar presente para nuestros amigos y familiares, ¡y para ti misma! Incluso si no eres una persona de rutinas, intenta comenzar tu día sin tu teléfono y haz algo solo para ti.
Date una pausa
Ya sea que se trate de no hacer nada por una hora, o incluso de salir a caminar un rato, al final el bienestar se trata de tomar pequeñas acciones cada día. Una llamada con una amiga también puede ser un momento de desconexión muy positivo, porque la vida laboral a veces puede ser muy solitaria, sobre todo trabajando desde casa.
En Suecia existe el término “Fika”, que se traduce como “pausa para el café”, una práctica extendida en ese país, y donde se comparte un café con algún snack entre compañeros de trabajo, para después volver al trabajo con más energía. Pero incluso si trabajas desde tu casa, también puedes darte algunos breaks durante el día y disfrutar de un momento contigo misma.
Muévete
Si has tenido una rutina de ejercicio antes, entonces sabes lo bien que se siente saber que estás haciendo algo concreto para cuidar tu salud física y mental.
Según un estudio, el ejercicio reduce la ansiedad y, por lo tanto, mejora la salud mental. También combate la depresión y el estado de ánimo negativo. Cuando te sientas abrumada por los pendientes de cada día, aléjate de tu escritorio para dar una vuelta rápida a la manzana, o haz abdominales de 5 minutos, por ejemplo.
¡Y recuerda! El estrés es inevitable, pero no incontrolable. Integrar el equilibrio, el bienestar y el cuidado personal en tu vida te permitirá tener una vida más saludable y productiva a largo plazo.