Hoy queremos compartir con ustedes la historia de una Genia súper inspiradora. Se trata de Paula Espejo, psicóloga de 40 años, mamá de 3 hijos.
Paula además es deportista, bucea hace 20 años y navega desde el año 2014. Es esta última actividad la que hoy se ha transformado en su pasión y la llevó a formar parte de eXXpedition, iniciativa creada por la ambientalista británica Emily Penn, que busca entender las causas de la acumulación de microplástico en los océanos y entregar posibles soluciones.
El viaje tiene 30 tramos, el primero comenzó el 7 de octubre en Inglaterra, luego sigue Antigua y Barbuda, Aruba, Panamá e Islas Galápagos. Es aquí donde se integrará Paula el próximo 15 de febrero hacia la Isla de Pascua.
Nombre: Paula Espejo
Trabajo Actual: Psicologa – Tripulante de eXXpedition
Página Web: www.exxpedition.com
Instagram: @paulaexxpedition
¿Cuéntanos sobre eXXpedition?¿Por qué es tan importante respecto a la visibilización de las mujeres en esta área?
Exxpedition es una fundación británica que nace en 2014 fundada por Emily Penn y Lucy Gillian. Lucy es científica y Emily es arquitecto y capitán Costero. Ella en un viaje se da cuenta del grave problema que está generando el plástico en el océano y decide hacer algo al respecto. Desde entonces han armado 11 pequeñas expediciones cerca de Inglaterra y en otros puntos del Atlántico y el Caribe.
Round The World 2019 – 2021 constituye la primera vez que esta expedición dará la vuelta al mundo. Lo hará durante dos años, y para eso requerirá de 300 mujeres de múltiples disciplinas que recorrerán 30 tramos para investigar científicamente las consecuencias del plástico y buscar tantas soluciones como aristas tiene esta crisis.
La principal razón por la que esta expedición se hace con mujeres es porque los tóxicos que se adhieren al microplástico son especialmente perjudiciales para el sistema hormonal, lo que puede tener consecuencias nefastas en temas reproductivos y embarazo.
Asimismo las mujeres tenemos ciertas características que nos hacen especialmente importantes para enfrentar esta problemática: nuestra capacidad de identificar y proteger la fragilidad, conmoverse, emocionarse. La sustentabilidad no se va a resolver con el intelecto, se va a resolver con la emoción
¿Por qué estamos haciendo tantas cosas? Porque tenemos miedo y si seguimos en la misma dirección perderemos cosas que amamos y son irrecuperables. Creo que las mujeres tenemos esa capacidad, cuando dejamos resonar lo que sentimos, soltamos lo individual y somos capaces de armar desde lo colectivo.
¿Cómo fue el camino que te llevó a formar parte de eXXpedition?
Insomnio a las 4 de la mañana porque no hay mujeres en el mar. Prendí el computador y en mi búsqueda me encontré con eXXpedition. Postulé el 2018 y cuando le conté a mi marido me dijo: “Vas a quedar, tienes mi apoyo incondicional para hacer esto”.
Esa declaración ha regido su actuar, me confirmaron en eXXpedition el 19 de Julio de 2019 y, desde entonces, he tenido que trabajar tres turnos de 8 horas: Mi trabajo, eXXpedition y mi familia.
Han sido meses agotadores, pero la clave ha estado en armar un equipo desde el primer día, haber ampliado desde lo individual a lo colectivo ha sido la clave del éxito en el plan que nos trazamos.
Hoy hemos cumplido con todos nuestros objetivos, hemos trabajado con una sincronía asombrosa, hemos creado lazos entrañables y nos apasiona trabajar juntos.
¿Qué ha sido lo más gratificante y lo más difícil de este camino?
Tengo muchas pasiones: el mar, aprender constantemente el deporte, la fotografía, el medio ambiente, la música, me encanta cantar, me gustan las manualidades, cocinar. Soy un bicho muy multifacético.
eXXpedition me da la oportunidad de expresarlos todos, eso es lejos lo más gratificante, poder explotar talentos y habilidades que he entrenado por años.
También ver el apoyo de mi marido y mis hijos, de algunos amigos que han sido incondicionales y personas que no conocía, que generosamente han destinado su tiempo a ayudarme y enseñarme cosas que necesito para estar bien preparada.
Lo más difícil es trabajar contra el tiempo, con profesionales de otro nivel pero que tienen un “day job” y este proyecto les implica sacar horas de donde no hay. Hemos usado mucho la tecnología y creo que lo que nos hace un equipo de alto rendimiento es que, desde el propósito, cada uno sabe que es lo que tiene que hacer. No perdemos tiempo en cosas irrelevantes, en verdad el nivel de sincronía y compromiso de mi equipo con este proyecto es un lujo.
Cuéntanos sobre la expedición que vas a realizar
Escogí mi tramo porque soy una fan de la Isla de Pascua, de sus aguas casi moradas de lo azules que son, de su cultura, de su gente, de sus misterios. Y parto en Galápagos, donde cumpliré otro sueño que es ver bajo el agua una iguana anfibia, una de las cosas que tenía en mi Bucket List, lista en la que sólo hay dos animales. El otro es un “Weedy Sea Dragon” que es un caballito de mar más grande, que parece un dragon arcoíris, vive en Australia, y es una especie amenazada por la destrucción de su hábitat.
Navegaré 2.200 millas náuticas entre estas 2 áreas marinas protegidas. La travesía durará 22 días en los cuales las tareas de las 10 mujeres escogidas se compartirán entre la operación y dirección de un velero de 70 pies.
Cosas domésticas como aseo, comidas, además de tomas de muestras, registro y análisis, y actividades de trabajo en equipo para generar aportes desde la disciplina que ejerce cada tripulante, serán parte de nuestras tareas. En mi tripulación hay biólogas marinos, diseñadoras, empresarias, artistas visuales, entre otros, de varias nacionalidades y edades.
¿Cómo ves el panorama general de la contaminación de los océanos? ¿Qué podemos hacer nosotros, quiénes no estamos tan conectados con el mar, para contribuir?
¿Quieres que sea honesta? El panorama no se ve nada bien. No sólo por la contaminación sino también por la depredación.
Como buzo y con amigos chilenos que bucean para la ciencia, hemos observado el daño generado por varias industrias que se dedican a la extracción y explotación, daños importantes en lugares que eran prístinos.
No soy pesimista, de lo contrario no me embarcaría en eXXpedition. Pero llevamos muchos años teniendo un comportamiento negligente en relación a que el océano era como un vertedero más.
Imagínate que recientemente, viendo un documental sobre cruceros, me enteré que la cadena Princess ha sido multada dos veces por botar el aceite quemado de los motores al mar y han sido multas millonarias, pero como su negocio genera billones de dólares, prefieren asumir esos costos.
Estamos a tiempo de hacer algo, pero es como todo lo que está vivo, hay plazos. Más allá de volver esto un “trending topic”, creo que debe movilizarnos a reencontrarnos y reconocernos como parte de un sistema enfermo. Sentir que nos duele y desde esa emoción de dolor, de pérdida y de miedo, ser capaces de elegir integrando la cabeza con las emociones.
Desde esa cosmovisión tenemos que rearticular nuestra forma de pensarnos a nosotros mismos, a los otros y cómo nos relacionamos.
Una de las cosas que siempre vuelve a mi memoria es cuando Ciudad de Cabo se quedó sin agua. Los adultos pescamos la noticia y teníamos muchos argumentos racionales, pero recuerdo que mi hijo que hoy tiene 12 años, al darle el beso de buenas noche, lloraba y me decía que tenía miedo porque “qué pasa si se nos termina el agua acá”.
Creo que ese es el primer gesto de que vamos por buen camino. Sanar esto implica volver a sentir la vulnerabilidad y la fragilidad de la vida y desde ahí querer protegerla.
Y creo que, como dice Andrea Wulf , una de mis escritoras preferidas: “Esta es una crisis global y por eso necesitamos soluciones globales, necesitamos poetas, artistas, médicos, recolectores de base, fotógrafos, buzos, profesores, agricultores, pescadores”. Todos tenemos algo que aportar cuando nos reconocemos como parte de un todo en lugar de pensar que lo que yo haga da lo mismo. Cada pequeño gesto importa y eso es lo que hará la diferencia.
Yo espero que como humanidad esto nos empuje a funcionar desde niveles superiores de consciencia y desde mi perspectiva ese nivel superior es el amor.