El año 2016, tras una intensa lluvia en Santiago, y debido a una negligencia de la empresa Costanera Norte, la comuna de Providencia fue afectada por una inundación que dejó decenas de locales comerciales, domicilios y empresas con pérdidas totales y parciales. Entre ellas estaba Librería Catalonia, ubicada en calle Las Urbinas 17, a un costado de la galería Drugstore.
Sin duda una crisis impredecible, inesperada y que dejó enormes pérdidas para sus dueñas. “Perdimos la mitad de nuestro local, en total más de 6000 libros, además de toda la infraestructura de nuestro subterráneo, cocina, baño y bodega”, señala Catalina Infante, una de sus dueñas.
¿Cómo es enfrentar una crisis y volver a levantarse? ¿Cómo la creatividad, la colaboración y las buenas ideas cumplen un rol fundamental?
Aquí te dejamos una entrevista a Catalina, quien nos contó un poco más de esta experiencia, cómo lograron ponerse de pie nuevamente y levantar su negocio.

¿De qué manera les afectó esta crisis? ¿Cuáles fueron las consecuencias?
Nos afectó muy fuerte económicamente y psicológicamente. Es muy duro ver tu negocio afectado, destruido por la negligencia de una empresa que, dicho sea, no se hizo cargo y que hasta el día de hoy no se ha hecho cargo.
Tuvimos que cerrar la librería varias semanas, otras funcionar a medias, mientras sacábamos el agua, el barro, los escombros, y después reconstruíamos. Sin nada de ayuda de esta empresa.
Psicológicamente fue duro, con mi hermana (con quien llevamos el negocio) estábamos con la adrenalina de recuperarnos lo más pronto posible, entonces al principio no te das cuenta. Luego con el tiempo te deprimes, te da rabia, estás a punto de tirar la toalla con todo.
A las pymes nos cuesta mucho, a las librerías más porque no es un súper negocio rentable. Produce mucha rabia cuando eres víctima de una injustica. Nuestro equipo también estaba cansado, triste y preocupado por su situación laboral. Fue fuerte para todos los locatarios, piensa que nuestro vecino, que tenía un bar, terminó cerrando y yéndose a vivir a España.
¿Cuál fue tu primera reacción ante este hecho?
Shock y un poco maniaca, jaja. Nos pusimos como locas, hiperactivas, también por lo mismo muy creativas. No podíamos pensar en nada más y trabajábamos largas jornadas para intentar sacar adelante el negocio.

¿Cuáles fueron las claves para sacar el negocio adelante?
La creatividad y la colectividad. Se formó una unión del barrio, con los otros locatarios, que fue esencial para salir adelante. Nos terminamos asociando como Gremio y creamos un festival en la calle para subir las ventas, que hacemos hasta el día de hoy, el FLU (Festival Las Urbinas).
Además hicimos una exposición con los libros embarrados, convocando a distintos artistas, con el objetivo también de mostrar la importancia de los libros para cada uno, y lo fuerte que es verlos malogrados, embarrados. Estar acompañados nos ayudó mucho
¿Qué acciones en concreto realizaron?
El FLU, trabajo con la Municipalidad, Ferias en la calle. Básicamente salimos a vender a la calle, porque no podíamos usar el local. Además la expo, que nos dio visibilidad en prensa, lo cual también fue un punto a nuestro favor, sin buscarlo.
Tuvimos tanta exposición en prensa que la gente empezó a ir a la Librería. Finalmente ganamos nuevos clientes sin esperarlo. Eso no quiere decir que los daños causados no fueron terribles, pero por lo menos podemos sacar eso en limpio.

¿Crees que se pudo sacar algo positivo de esta crisis?
La unión con los vecinos, que perdura hasta hoy. Haber aprendido que en colectivo todo es más fácil, más llevadero.
Algo que hoy en día, debido a nuestro contexto social, es fundamental; unidos somos más fuertes y estamos mejor. Asociarnos como gremio nos hizo salir adelante, potenciar nuestra calle, nuestros negocios.
También fue lindo ver el cariño de nuestros clientes. Muchos estuvieron metidos en el barro literalmente con nosotros, ayudándonos a limpiar, y eso fue muy emocionante. El Bar Liguria, que son nuestros vecinos, nos llevaba almuerzo gratis todos los días para el equipo. Fue muy lindo dentro de todo la experiencia.

¿Qué le dirás a las mujeres que hoy han visto afectados sus negocios por el movimiento social que vive nuestro país?
Este contexto es muy distinto, porque es político y social. Es difícil “sacar provecho” de la situación que estamos viviendo, no me parece ético tampoco.
Creo que mi consejo sería más que nada ser respetuosos con el contexto. He visto muchas empresas que siguieron su funcionamiento normal como si nada a los 2 días, subiendo post en Instagram como si nada hubiera pasado, lo mismo influencers. La gente reaccionó mal, y con justa razón.
Debemos, como empresas, ser respetuosos con el contexto porque vivimos en sociedad y somos parte de esta sociedad, no podemos ser indiferente a ella. Por lo mismo mi consejo es cambiar la agenda de marketing, reflexionar, replanteársela en función de ser respetuosos y aportar desde lo que podemos.
Nosotros personalemente hemos aportado subiendo citas de textos que nos parecen atingentes, con el objetivo de involucrar los libros y la literatura como un instrumento crucial para pensar un nuevo país. Cambiamos la agenda de actividades para abrir espacio a la reflexión. También hoy está en cuestión el rol de las empresas, por lo mismo es una instancia para replantear nuestro modelo de negocio y pensar nuestro aporte a este cambio.
Por supuesto que no somos fundaciones, pero sí podemos hacer más amable, por ejemplo, nuestro negocio con el medioambiente, tener un mejor trato y sueldos más dignos dentro nuestra propia empresa, ser más empáticos con nuestro equipo, formar más colectividad con nuestros colegas, incluso con la competencia.
En fin, para cambiar un país tenemos que cambiar nosotros mismos, y eso involucra nuestro trabajo, es una oportunidad para mejorar nuestro emprendimiento en ese sentido, con honestidad.


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