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Rosario Allende, “Mamá Chasquilla”: “Yo creo que no estoy derribando estereotipos, estoy visibilizando algo que siempre ha pasado”

por: Genias

Este post es parte de los contenidos que publicaremos junto a Kotex en torno al progreso de la mujer.

 

“La construcción y los arreglos de la casa dejaron de ser un territorio habitado solo por hombres hace mucho tiempo”. Así, con esa frase, presentaba canal 13C su nuevo programa en 2020: “Mamá Chasquilla”, conducido y protagonizado por la mujer detrás de ese seudónimo: Rosario Allende (34), mamá, diseñadora y maestra chasquilla, como ella misma se define en su perfil de Instagram, donde cuenta con más de 474 mil seguidores, en su mayoría mujeres.

El programa seguía la línea de lo que Rosario muestra en sus redes sociales: tutoriales, tips, arreglos de baños, cañerías, puertas, pisos y murallas. Construcción y restauración de muebles. Instalación de techos y ventanas. Un sinfín de soluciones y nuevas ideas que hace con soltura, con herramientas en mano, y como toda una experta, aunque ella no se define como tal. Lo suyo, dice, “es solucionar las cosas en la vida, las cosas que me pasan a mí”. Y eso, asegura, va más allá de la construcción. “Estoy haciendo cositas todo el día. Es una manera de vivir”, cuenta. Y en ese hacer y no dejar de hacer, no solo entra lo que vemos a través de la pantalla del celular, sino también manualidades —de las que es fanática y cada vez muestra más— y ahora último, la costura, que la tiene maravillada.

Rosario, la maestra chasquilla que conocemos, es una mujer multifacética. Inquieta.

EL ORIGEN DE TODO

—Yo en algún minuto dije “no quiero llamar a nadie, lo quiero solucionar yo”— dice Rosario, quien creció viendo a su papá resolviéndolo todo en la casa y siendo muy busquilla en todo ámbito. 

Así, poco a poco, de forma autodidacta, con ayuda de YouTube y la guía de su padre, echándolo a perder, luego arreglándolo y aprendiendo de sus errores —como lo hace hasta el día de hoy—, Rosario, primero bajo el anonimato, se convirtió en Mamá Chasquilla.

—¿Cómo nace Mamá Chasquilla en las redes sociales? ¿Cuándo decidiste mostrar lo que hacías?

—Nació de unas amigas, que eran mis vecinas, nos juntábamos mucho, como era un pasaje cerrado en Santiago, estaban todas las casas que se veían entre sí, entonces era como una gran casa abierta. Ellas me veían todo el día arreglando cosas, moviendo plantas, haciendo techos de lona... y ellas mismas me dijeron “oye, por qué todo esto que estás haciendo todo el día, no lo grabas y lo subes”. Yo al principio era súper reacia a tener un Instagram, subir algo y que la gente me conociera, pero ellas me obligaron a hacerlo y me subieron el primer post. Ellas fueron las que impulsaron e hicieron que esta idea realmente fuera realidad, que yo mostrara un poco cómo soy en mi día a día, empezar a mostrarlo en redes sociales. Fue el 2018 y ya esto terminó siendo mi pega y ya es parte de mí. Para mí es mucho más que ser influencer, es realmente mostrar mi día a día.

¿TERRITORIO HABITADO POR HOMBRES?

Al preguntarle a Rosario si cuando partió mostrándose como maestra chasquilla era consciente de que estaba derribando estereotipos, ella responde:

—No, nada. Quizás comercialmente no era valorado que una mujer hiciera maestreo, pero yo estoy segura de que todas las mamás, el 90%, son las que arreglaban las cosas antes… las abuelas. Yo creo que no estoy derribando estereotipos, sino que estoy visibilizando algo que siempre ha pasado. Mucha gente me escribe “yo aprendí de mi abuela”, “mi abuela siempre era la que tenía la caja de herramientas”, “mi mamá es igual que tú”… yo creo que son personas que nunca se vieron, porque quizás lo hacían en su casa, y yo también lo hago en mi casa solo que tengo una red social en la que lo muestro.  

 “Mamá Chasquilla”, desde el inicio, ha visto cómo las mujeres se han reconocido en ella, lo que le hizo pensar que este rubro siempre ha estado habitado por mujeres.

—Muchas mujeres se han sentido identificadas conmigo. En verdad es impresionante. Muchas, muchas mujeres. Y la mayor satisfacción es cuando la gente me dice “mi mamá siempre lo hizo y me enseñó”, “qué bacán que lo muestres”, “después de verte tanto tiempo me atreví, me compré mi taladro e hice mi primer mueble”, “me acabo de cambiar de casa y seguí todos tus consejos y ya arreglé todas las puertas” o “mi mamá me enseñó esta técnica, pruébala” y la pruebo y funciona filete. Eso es bacán, eso me hace muy feliz. Ahí siento que aporté.

Con todo, Rosario busca mostrar que todas y todos podemos sacar esa maestra o maestro chasquilla que llevamos dentro.

—Al final es la motivación. Ya, obvio que no te vas a poner a construir una casa de primera porque se te puede caer, pero lo peor que puede pasar es que la embarres y tengas que terminar llamando a un especialista igual, que es lo primero que podrías haber hecho. Cuando uno tiene un tema de pintura, de cañería, de piso o de puerta, puede meter mano sin dejar una gran embarrada y aprender en el camino y no esperar a que alguien lo solucione por ti.

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Por: Genias

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