El siguiente post fue escrito por la abogada María José Arancibia, socia fundadora de ObradorDigital.
Cuántas veces hemos escuchado “si está en Internet, es gratis”, de esta manera muchas veces se utilizan imágenes, fotos, ilustraciones, etc. ¿Te imaginas encontrar tu creación en la página de otra persona? ¿O que usen tu foto para publicidad, todo ello sin tu autorización ni consentimiento?
Frente a esto ¿qué puedes hacer? ¿Tienes derechos sobre tu creación? ¿Cómo la puedes resguardar? En estas breves líneas te aclararemos las precauciones que debes tener y evitar un mal rato.
Toda obra del intelecto se encuentra protegida desde el momento de su creación. La Ley N° 17.336 regula lo anterior y otorga acciones civiles y penales para el caso de uso no autorizado de una obra por parte de terceros. La inscripción se realiza ante el Departamento de Derechos Intelectuales (http://crin.propiedadintelectual.gob.cl/) y sirve para entregar certeza de quién es el titular de la obra, facilitando la prueba en caso de un conflicto.
En esta materia, existen dos derechos relevantes: el primero, derecho moral o paternidad de la obra, el cual implica que siempre se debe reconocer la autoría de la obra aun cuando esta sea cedida a un tercero. El segundo, patrimonial – aspecto económico de la obra – y que permite al titular obtener ganancias por medio de ella, ya sea a través de la venta o bien de una licencia de uso.
Ahora bien, contestando las preguntas iniciales, la primera regla es que no todo lo que está en internet es gratis. En efecto, si pensamos en imágenes, el principio es que todas tienen un dueño y que, si las queremos usar para nuestra página web, blog o cualquier proyecto que tengamos, siempre debemos conseguir el consentimiento expreso del autor. Esto aun cuando tenga una licencia Creative Commons, por cuanto deberás ver las condiciones de autorización que el autor ha indicado para el uso de su obra.
Si no obtienes el consentimiento, comienzan los problemas, pues, el usar una obra ajena puede llevarte a pasar un muy mal rato. En primer lugar, si la publicación no autorizada se encuentra en una red social, el titular del derecho puede dar de baja dicha publicación invocando vulneración de propiedad intelectual – la prueba será el registro en el derecho de autor–, lo que adicionalmente puede implicar problemas reputacionales para tu emprendimiento. También puede ocurrir que te envíen una carta conminatoria para el cese del uso de la obra ajena sin autorización, donde se te de un plazo para ello y haciendo reserva de acciones civiles y penales. En esta última situación, lo más compleja sería una demanda civil y/o penal por el uso no autorizado de la obra.
¿Podemos evitar todo ello? Sí, solicitando una autorización de uso, indicando quién es el autor de la obra (derecho de moral o paternidad de la obra) y en algunos casos (no todos) pagando una retribución por el empleo de la obra ajena.
De esta forma, actuamos sin vulnerar los derechos de terceros. Así podemos realizar nuestro proyecto tranquilas, sin sobresaltos, nos evitamos un mal momento y logramos enfocarnos en lo realmente importante.