El siguiente post fue escrito por Marcela Jaureguízar, psicóloga especializada en Recursos Humanos, con amplia experiencia en empresas multinacionales.
Todos alguna vez en la vida hemos tenido la experiencia de quedarnos sin trabajo y la persona que no ha vivido esa situación puede estar segura que en algún momento de su carrera la enfrentará, ya que es parte del ciclo profesional. Sin embargo, dada la contingencia, hoy ha aumentado el número de personas que se encuentran en el proceso de reinsertarse al mundo laboral y con ello, ser entrevistados.
Es por esto que queremos ayudarte con consejos muy prácticos para cuando te corresponda dar una entrevista, que ahora a diferencia de hace unos meses, es de manera virtual.
A veces, saber qué hacer en una situación es un buen camino para prepararse, pero también es muy relevante saber lo que NO es aconsejable hacer en una evaluación laboral.
A continuación, te dejamos algunos consejos
Impuntualidad
Definitivamente es uno de los NO más críticos. Te expones a iniciar la conversación dando explicaciones, aumenta tu ansiedad y posiblemente estarás en desequilibrio emocional.
Sobrecargar tu presentación
Es muy importante que te preocupes de tu arreglo personal, tal como si fueras presencialmente a una evaluación, pero nunca exageres en el maquillaje, accesorios, colores u otros.
Los puntos anteriores pueden convertirse en distractores o bien generar un sesgo en relación a la cultura de la empresa. Recuerda que no has tenido la posibilidad de observar el lugar de trabajo y a veces aspectos más superficiales pueden generar distorsiones innecesarias.
Hablar sin parar
Modulando poco, o hablar super veloz o con un tono de voz muy bajo o muy alto. Todo lo anterior hace complejo que tu entrevistador pueda seguir un hilo conductor, o bien hacer pausas en tu relato para aclarar o clarificar si está entendiendo bien lo que cuentas.
¿Cuál es el consejo? Escucha atentamente las preguntas y contesta eso que quiere saber la persona que te evalúa, modula sin sobre exagerar e intenta hablar a una velocidad normal.
Cuando hables, no te mires a ti misma
Hay una cámara en el centro de tu computador, y es ahí donde debes dirigir tu mirada, porque eso se asimila a que estáss mirando a los ojos de la otra persona.
No tengas a tu mascota o niños en la misma habitación
Toma todas las precauciones para que estés en un lugar tranquilo y silencioso. Mascotas paseando o niños gritando pueden ser elementos que desconceptúen el entrevistador y le hagan más difícil poder evaluarte.
Nunca hables mal…
Si nos vamos al contenido de lo que vas a compartir, nunca hables mal de tu ex jefatura y tampoco de tu empresa anterior. Esto genera desconfianza y la señal de culpar a otros por cualquier situación vivida.
No te centres en la renta
Tampoco sugerimos que te centres en la renta, sí en el cargo, en conocer los desafíos que tendrías y así poder analizar si es una posición que hace match con tus aptitudes y experiencia.
No des respuestas ni muy largas ni muy cortas
Al contestar te sugerimos no dar respuestas excesivamente largas y tampoco muy acotadas, pero por sobre todo, sin argumentación que valide tus afirmaciones.
Por ejemplo, cuando te pregunten por tus fortalezas, no basta que digas soy proactiva, trabajo bien en equipo y cumplo mis metas. Es importante que tengas preparado un ejemplo concreto de tu historia laboral que demuestre esas competencias.
Nunca te quedes sin poder mencionar alguna debilidad o área de mejora
Todos tenemos oportunidades de crecimiento, y a veces pasa que las personas se asustan y no tienen preparada esta respuesta o bien dan respuestas que no hablan de ellas, sino de falta de conocimientos técnicos.
Por ejemplo: no sé mucho manejo de Excel, me falta inglés técnico. Un entrevistador quiere conocerte, estas debilidades mencionadas sólo requieren estudio, pero no hablan de ti.
No comiences a hablar de lo que esperas en términos de beneficios o similares
La primera entrevista, y más con un técnico de selección, no es para solicitar o preguntar por estos aspectos que pueden ser parte de la oferta laboral. Eso se conversa después, cuando ya estás en la última entrevista y te están haciendo una oferta.
¿Qué hacer entonces en la entrevista? Enfócate en lo que puedes aportar, en tu valor diferencial y en cómo darás solución a los desafíos de la organización.
Una entrevista es un espacio de relación entre dos seres humanos, como tal, necesitamos observar y escuchar activamente al otro. Recomendamos estar atentas a las preguntas e identificar el interés detrás de cada indagación, qué es lo que realmente quiere saber el entrevistador y según eso, articular tu respuesta.
Recuerda, la mejor preparación para una entrevista es tener conciencia de tus competencias, tus logros, tus habilidades, tus motivaciones e intereses. Un trabajo es una oportunidad para desplegar tu potencial y poder seguir tu propósito, para ello debe haber un ajuste entre tu oferta y la posición y/o empresa.
Y los más importante ¡se auténtica! Conéctate con tus superpoderes y compártelos en la entrevista 😉