El siguiente post es parte de los contenidos que mes a mes realizamos junto a Kitadol Forte, en los que te entregamos información útil y valiosa relativa al mundo laboral, autocuidado y empoderamiento femenino.
“Ni demasiado, ni demasiado poco. Lo justo”. Eso es Lagom, una palabra sueca que, según Lola A. Akerstrom, autora del libro “Lagom: el secreto sueco de la buena vida”, corresponde a un sistema silencioso de valores de la cultura de este país.
Pero según la autora, esta filosofía es mucho más que la moderación y el equilibrio. Lagom también hace alusión a la colectividad por sobre el individualismo, la horizontalidad por sobre la jerarquía, y el balance por sobre el exceso de trabajo.
Lagom en el trabajo
En un artículo del Financial Times, dos suecos liderando startups en California cuentan cómo llevaban la filosofía de lagom a sus espacios de trabajo. Para ambos, no sobrecargar a sus equipos era esencial para mantener una buena cultura laboral.
La colaboración y la capacidad de tomar en cuenta la opinión del equipo también era un aspecto fundamental para ellos, ya que escuchar otras opiniones es una costumbre muy arraigada en su cultura.
En países donde el equilibrio en las relaciones y el trabajo no es un necesariamente un valor generalizado, como Chile, puede parecer imposible poner en práctica una cultura de trabajo como la sueca, donde la jornada laboral es de 40 horas aproximadamente y cuentan con al menos 25 días de vacaciones, pero alcanzar un balance en nuestras vidas, ya sea en lo personal o lo profesional, es algo a lo que todas las personas deberíamos aspirar, sobre todo en el ambiente laboral.
“Lagom quiere que nos planteemos el trabajo con una ética sólida basada en la equidad, la lealtad y la confianza”, explica también Akerstrom, y agrega: “En el lugar de trabajo, lagom adopta conscientemente el modo equipo, en el que cuanto mayor sea el bien colectivo, mejor será el negocio en sí”. Por eso, otro conocido refrán sueco es: “Un buen negocio es cuando ambas partes salen ganando”
Cómo llevarlo a la práctica en tu trabajo
En “Lagom: el secreto sueco de la buena vida”, su autora entrega algunos lineamientos de cómo se aplica este concepto al trabajo. Aquí te mostramos algunos de ellos:
Planificación
Según la autora, la etapa de preparación de cualquier proyecto o idea en Suecia es lo que más toma tiempo, pudiendo llegar a revisarse tres o más veces algo, antes de estar listo. Para los suecos, la eficiencia es poder rendir lo más posible, con el menor gasto de recursos, tiempo y energía. Además, una buena preparación evita posibles eventos estresantes en un futuro.
Consenso
Como dijimos antes, lagom es una filosofía que defiende la colectividad por sobre la individualidad. Por lo mismo, según la autora, es muy común en Suecia que si en una reunión no se llegó a consenso entre el equipo, se reúnan nuevamente para entender por qué no todos están de acuerdo. De esa forma, se toman en consideración todas las opiniones a la hora de tomar una decisión.
Confianza
Como lagom es una filosofía que se basa en la confianza hacia otros, en un equipo de trabajo, lagom significa que hay una base generalizada de confianza hacia el trabajo que hace cada integrante. Por lo mismo, explica la autora, prefieren no hacer comentarios positivos o negativos sobre el desempeño de otros. Se entiende que si eres parte del equipo, entonces probablemente hagas un buen trabajo.
Límites
Saber decir “no” es una parte importante de lagom, porque de esa forma se evita caer en excesos o sobreexigencias innecesarias que puedan terminar en un agotamiento laboral.
Evitar la competitividad
“El que demuestra demasiado, no demuestra nada”, dice otro refrán sueco, y quiere decir que cuando predomina el interés propio por sobre el colectivo, no se está actuando desde el balance y el equilibrio. Para los suecos, presumir de algo es signo de poca autoestima y falta de confianza en que nuestro trabajo hable por sí mismo.
