El siguiente post fue escrito por Teresita Jiménez, Psicóloga y Analista Research Senior en Walmart, quien además se especializa en incentivar la motivación y confianza para nuestro entorno laboral.
Lo único constante en la vida y en la carrera laboral son los cambios. El 2020 nos entregó giros que generaron modificaciones radicales y profundas en todo ámbito, y en términos del trabajo, se abre espacio a “las nuevas formas de trabajar”, pero ¿de qué se trata esto?
Trabajo híbrido entre lo virtual y presencial
Imagínense que solo en Zoom se conectaron más de 300 millones de usuarios al día durante el 2020. Con esto nos dimos cuenta que podemos trabajar desde la casa siendo, incluso, más productivas. Y lo que se viene postpandemia es mezclar reuniones presenciales pero siempre con la opción de que puedan ser en modalidad digital.
Flexibilidad no sólo del lugar, sino del tiempo
La próxima ola de flexibilidad que se viene es el tiempo y horario en que vamos a elegir trabajar. ¿Eres una persona madrugadora o nocturna?
Tecnología para facilitar el trabajo
Realidad Virtual, Inteligencia Artificial, Machine Learning, Internet de las Cosas (IoTs), y ya se me traba la lengua entre tanto concepto nuevo. En palabras simples, el trabajo manual está siendo automatizado para darnos espacio a la creatividad y creación de valor desde las relaciones, innovación y experiencias que no pueden ser reemplazadas por máquinas.
Crecimiento del trabajo freelance y por proyecto
Con la rapidez en que avanza esta área laboral, muchas veces resulta escaso el tiempo o la opción para contratar expertos con contrato indefinido, y se favorecen otras alternativas. Muchas trabajadoras que optan por esta modalidad me darán la razón en este punto y en cómo ha crecido esta demanda durante el último tiempo.
Trabajo colaborativo y multidisciplinario
El conocimiento ya no es solo para algunas. Hemos ido descubriendo los beneficios de compartir ideas, colaborar y generar redes de contacto para obtener productos o servicios más completos.
Balance vida laboral y personal
En las nuevas formas de trabajar, hacerse cargo de la salud mental es la nueva tarea importante. En este escenario, la flexibilidad y adaptación al cambio son claves para subirnos al carro. No aferrarnos a nada en particular, no planificar demasiado las cosas e ir acostumbrándonos a este ritmo de evolución acelerada son el nuevo desafío.
Es natural que los cambios generen estrés, ansiedad e incomodidad. Por eso no es real decir “no tengas miedo a los cambios”, porque el miedo es parte de ello. Prefiero que aprendamos a abrazar los cambios y navegar en la incertidumbre.
¿Cómo puedo adaptarme sin estresarme demasiado en el intento?
1. Se curiosa, investiga: Todas necesitamos estar constantemente aprendiendo y desarrollando nuevas habilidades. Literalmente no hay nada que Google no sepa. Conéctate con las tendencias y lo que está pasando en el mundo.
2. Busca tu tribu, tu red de apoyo: No tienes por qué vivir los cambios sola, busca un grupo que esté viviendo lo mismo que tú y busquen espacios para compartir buenas prácticas y aprendizajes en conjunto.
3. Dale espacio al error: Si bien es incómodo equivocarse, esto nos entrega aprendizaje, y permitirse estar dispuesta a pasar por el error te dará más espacio para explorar. Mientras más aceptes la opción de equivocarte, más fácil será adaptarse.
4. Encuéntrale el lado positivo: Muchas cosas en el trabajo no salen precisamente como planeamos. Préstale atención a las cosas buenas que resultaron y mira con ojos optimistas el futuro.
5. Foco en tu propósito: Tu alrededor puede cambiar constantemente, pero que no cambie ni tu propósito ni tú. Esta será tu fuente principal de motivación para seguir adelante.
Los cambios nos dan la posibilidad de crecer e innovar. Nos motivan a aprender rápido y entender el entorno donde nos movemos. Se tu propia versión Beta y nunca termines de aprender y mejorar.
