María Alexandra Ramírez, o Alexa como prefiere que la llamen, llegó hace 6 años a nuestro país desde México. Después de pasar una temporada estudiando en Chile, decidió jugársela para encontrar trabajo y vivir aquí.
Es diseñadora gráfica de profesión, pero se dedica en un 100% al mundo de las redes sociales, generando contenido tanto para empresas, como en su propia página web, Maternidarks, donde habla de la maternidad de una manera cercana, real y con mucho humor.
Para esta entrevista quisimos conocer más de su historia, su vida en Chile y cómo han sido para ella estos últimos meses de contingencia y crisis.
Nombre: María Alexandra Ramírez López
País de origen: México
Instagram: @maternidarks y @alexadarks
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Me encanta que cuando comenzaron las redes sociales, la gente decía “ponte a trabajar, no vas a vivir de Facebook” y pues ahora, prácticamente vivo gracias a ellas. Es un trabajo divertido que permite mucha experimentación, coolhunting, probar nuevas tendencias en el rubro y lo mejor de todo, es que puedo hacerlo sin salir de casa o desde cualquier lugar del mundo.
¿Qué ha sido lo más difícil de trabajar en el extranjero?
Al principio creo que para todos es difícil encontrar contactos, y claro que siempre adaptarse puede ser un desafío, pero afortunadamente no he sentido ninguna dificultad en mi trabajo.
¿Por qué Chile?
Esta es la TÍPICA pregunta que creo que todo extranjero ya esta medio harto de escuchar, jajaja. Generalmente los mismo chilenos la hacen con un tono hasta despectivo, tipo “vivías en la playa ¿que haces aquí en Chile?” como dando a entender que su propio país es terrible y siento que no valoran lo que tienen. Mi pregunta de vuelta siempre es ¿por qué no?… y se quedan callados.
Pero mi historia fue que vine a estudiar en el 2009 y fue también mi primera vez en el país. A mi en lo personal me encantó y siempre dije que después de graduarme me gustaría volver para encontrar trabajo y vivir aquí.
Yo vengo de una provincia en México donde es súper difícil conseguir un buen empleo a menos que seas el hijo del dueño de la empresa. Hay muchos negocios familiares de antaño y el ambiente es muy cerrado y conservador.
Estando trabajando en una empresa que me gustaba mucho, me di cuenta que nunca iba a poder crecer más, es el típico lugar donde puedes trabajar 35 años en el mismo puesto, y aunque hay gente que es feliz con eso eso, yo no. Así que decidí probar suerte en un lugar que ya conocía y que me había gustado, así que me armé de valor, ahorré y me lancé a probar suerte en Santiago. Y aquí estoy.
¿Cómo es trabajar con chilenos?
No he tenido ningún problema, pero sí siento que los ambientes laborales son muy cerrados. Cuando he trabajado en oficina nunca me he sentido incluida, siento que hacen grupito aparte. Nunca me han tratado mal, pero sí esa sensación de… “solo nos juntamos con los de siempre”. Esto lo he notado mucho también en el chileno en general, que no es malo, solo es distinto de donde yo vengo.
Pero una vez que logras entrar, creas amistades súper lindas.
¿Volverías a irte a otro país a trabajar?
100% sí.
¿Cómo has enfrentado esta última crisis provocada por el Coronavirus?
Siento que si hace 3 meses me hubieran dicho que tendría que estar encerrada en casa, no lo hubiera creído o siento que no habría podido.
Al inicio sí me tomo muy de sorpresa, estaba muy ansiosa, muy sensible, incluso de muy mal humor. Pero con el paso de las semanas me he dado cuenta que estoy bastante tranquila respecto al tema y no me queda otra más que seguir trabajando mi paciencia, sobre todo porque tengo un niño de 4 años y ellos absorben todo, por lo que tengo que mantenerme en calma para que él esté tranquilo.
¿Tu trabajo se ha visto afectado por la contingencia?
¡Uf! Muchísimo, se me fueron 5 clientes en un mes, sobre todo los que ofrecían servicios presenciales. Se entiende que ellos dejaron de recibir ingresos y lo primero que cortaron fueron las redes sociales (un error a mi parecer, pero eso es otro tema), y sí me he visto en una situación más difícil económicamente.
Además buscar trabajo en empresa se ha visto más difícil y mis talleres han tenido que migrar a la versión online cuando mucha gente prefiere presencial, es complicado. Pero de peores situaciones he salido y estoy segura todo mejorará de a poco.
¿Qué cosas te han ayudado a enfrentar estos meses donde se han vivido dos crisis (estallido social y Coronavirus)?
Han sido meses de grandes cambios y “revoluciones” por así decirlo, pero yo estoy a favor del cambio para ayudar al pueblo. El pueblo chileno se hace escuchar, a pesar de todo lo que han pasado en décadas anteriores siguen al pie del cañon y piden y luchan y ¡gritan!
Siento que pocos pueblos latinoamericanos tienen ese empuje, en México estamos TAN acostumbrados a que nos pasen encima y a que nadie haga nada, que ya muy pocos se atreven a salir a pedir lo que es justo. Admiro eso del chileno.
El mantener el contacto aunque sea a la distancia me ha mantenido tranquila, su Netflix, su vinito ocasional, su fiesta por Zoom.
Han sido meses de mucho cambio, de adaptarse, de buscar nuevas maneras de salir adelante. Creo que de esto vamos a salir mas resilientes, más conectados con los otros, más conscientes, más humanos.
¿Costumbre de los chilenos que más te costó adquirir o entender?
El español chileno y sus palabras. Ahora estoy full acostumbrada, pero al inicio me costó muchísimo.
¿Comida chilena preferida?
Honestamente y con riesgo a que me linchen jajaja… no tengo ninguna favorita. Pero AMO los asados y para mí, eso es algo muy chileno.
¿Algún consejo para otras extranjeras que se encuentran en Chile actualmente?
¡Si! y para extranjeras en el mundo. Suelten un poco su país de origen y adéntrense más en la cultura del país en que están. Algo que en lo personal me causa un poco de aversión, son esos grupos de extranjeros que desarrollan un patriotrismo exagerado por su país de origen. Me pasa con los mexicanos en Chile, que se visten todos los días con polera de la selección, comen comida mexicana todos los días y se quejan de que “en México x cosa es mejor”. Es obvio que no será igual, es obvio que es distinto.
Claro, mantengan sus costumbres, pero también aprendan de la cultura que las rodea.
Suelten un poco y déjense llevar. No comparen los países porque ninguno es mejor que otro, solo somos distintos.