Para todas esas Genias que están en ese momento de incertidumbre y miedo. Octubre 2019
Me acuerdo perfecto el día 9 de julio del 2015, fue el día que me diagnosticaron cáncer por primera vez.
Lo primero que pensé en ese momento fue “esto no me puede estar pasando a mí”. Quedé en estado de shock sin saber qué hacer, lloraba, sentía miedo, incertidumbre e ignorancia del tema, pero más que sentir miedo por mi salud, me asustaba pensar qué iba a pasar con todos mis planes, con mi carrera. Es que hasta ese momento yo sentía que tenía todo 100 % controlado, el presente y el futuro, sin pensar que podrían surgir imprevistos.
El problema, es que cuando las cosas no suceden como lo teníamos planificado lo asumimos como un fracaso, porque creemos que será un impedimento para que alcancemos nuestras metas y sueños. De a poco fui aprendiendo que esto no es así, aprendí a adaptarme a los cambios, aceptar nuevos desafíos, a saber sacar algo bueno de lo malo, aprendí que de la enfermedad también surgen cosas positivas, entre muchas otras enseñanzas.
Pero aún así, cuando me diagnosticaron por segunda vez, el año 2017, volví a sentir ese miedo: sentí que me cortaban las alas, que iba a tener que dejar mi trabajo y no podría desarrollarme profesionalmente. Esto me sigue pasando cada vez que recibo malas noticias de un doctor, sigue siendo un balde de agua fría, es inevitable.
Sin dudas, las circunstancias difíciles son una oportunidad de crecimiento personal, mi enfermedad me llevó a una búsqueda de un estilo de vida más sano, como tratamientos complementarios, aprender cosas nuevas y a compartirlo con las demás personas.
Así nace La Ruta Saludable, mi gran proyecto. Poco a poco fue creciendo, aumentando su comunidad, generando alianzas con otras marcas y hoy es una empresa que se dedica a promover la alimentación consciente y natural. Me atrevo a decir que gracias a cada uno de esos momentos difíciles, me he obligado a generar cambios y lograr sacar algo aún mejor de lo que había antes.
Cada día es diferente, no puedo partir de la base que cuando me despierte me voy a sentir bien y con la mejor de las energías, así que cuando es así, me gusta sacarle el máximo provecho.
Hace unos meses me leí un libro que me hizo reflexionar muchísimo: “La Bailarina de Auschwitz”. La autora, Edith Eger, cuenta la emocionante historia de cómo fue su proceso para sanar y vencer todas las heridas tras ser víctima de los campos de concentración.
Esta cita la guardé para siempre: “Puedes vivir para vengarte del pasado o puedes vivir para enriquecer el presente. Puedes vivir en la prisión del pasado, o puedes dejar que éste sea el trampolín que te ayude a alcanzar la vida que deseas.
Nuestras experiencias dolorosas no son un hándicap, son un regalo. Nos proporcionan perspectiva y sentido, una oportunidad de encontrar nuestro objetivo y nuestra fuerza.”
No hace mucho tiempo aprendí lo que significa la palabra “resiliencia”: capacidad de las personas de sobreponerse a períodos de dolor emocional y situaciones adversas. Y decidí que iba a ser mi lema.
Qué importante es aprender a adaptarse a los imprevistos, a ser más espontánea, saber aprovechar el hoy y el ahora sin estar pensando en el pasado o en qué va a pasar mañana.
Podría pasarme los días pensando: ¿por qué a mi? ¿saldrán buenos mis próximos resultados? ¿me voy a sanar algún día? No lo sé, y decidí que no es el momento para pensarlo. Hoy es tiempo de sacarle el máximo provecho a la vida, a mi familia, mis amigos y mi gran pasión “La Ruta Saludable”.
Juanita Lira es diseñadora, health coach y creadora de La Ruta Saludable. Fue diagnosticada con cáncer de mama el año 2015 cuando tenía 22 años. En octubre del 2017, fue diagnosticada con cáncer de mama por segunda vez, esta vez comprometiendo -además- el pulmón, ganglios y esternón.