¡Hola! Mi nombre es Nay Jimenez, dueña de @fruta.studio y les quiero contar como emprendí hace 5 años haciendo contenido para redes sociales.
Quiero partir aclarando por qué hablo de “nosotros”, porque Fruta es un equipo, jamas sería yo sola (no hubiese podido), “ellos” lo son todo. Soy publicista de profesión, pero siempre rayé con la fotografía; me sacaba fotos a mi o a mis amigas, jugaba a crear mundos y experimentaba harto con el photoshop para conseguir nuevas imágenes. En ese entonces, Pinterest o Instagram no eran tan potentes, por ende todo parecía algo nuevo.
Hice mi práctica y luego pasé un año trabajando como Directora de arte en Mccan Ericsson, hasta que no aguanté más y renuncié, no porque no me gustara ser publicista, sino que fue por el alto machismo que se vive en las agencias. Algo que básicamente no pude soportar; dejé mi cartita de reclamo en Recursos Humanos y salí por la puerta ancha. Me fui a Buenos Aires e hice unos cursos de fotografía y vidrieras… volví decidida a ser fotógrafa, lo iba a lograr, era mi destino… pero ¡ups! No resultó. Al poco tiempo estaba de nuevo en Mccan Ericsson trabajando como Directora de arte… no me juzguen, necesitaba sobrevivir.
La parte bonita es que un año antes (el 2013), había cultivado una pequeña (en verdad una gigante) obsesión por Instagram (esta red nació el 2012); por crear imágenes y subir un contenido único, muy ligado al color, muy ligado a la simetría y a lo estético, estaba vuelta loca con la aplicación!! Me pasaba horas tomando fotos y ajustando colores, nada me divertía más que eso, sabía que era algo único y que sería increíblemente grande. Al tiempo @instagram me comenzó a seguir y mis seguidores se dispararon. Llegué a tener 30 mil (en ese entonces, tener esa cantidad era algo impensado) por lo que muchas marcas comenzaron a buscarme. Entre esas, fue Falabella quien me invitó a llevar oficialmente su cuenta y producir fotos en sus redes sociales. Y así partí, el 2014 a mis 24 años dije “chao jefe” (otra vez) y me puse a sacar fotos para Falabella. Luego se sumó Sybilla, luego Americanino y ahí yo ya estaba vuelta loca… Recuerdo que sacaba fotos y luego no dormía retocando.
Ese año se enfermó mi hermana, le dio leucemia y definitivamente eso fue lo más pesado de todo. Tener que dar la cara con todo lo que estaba llevando y tener que agarrar a mi familia, apoyarla, consolarla y empujarla… Sinceramente no hubiese podido de no haber sido por Gabriel -mi pareja-, y por Feco, con quien sacamos este proyecto a delante. En medio de este caos familiar, se nos sumó Homy como marca… dimensionen a una pendeja de 24 años a cargo de tanta marca importante. Con esto y lo de mi hermana, yo ni dormía…pero sentía que todo iba a estar bien, había que darle con harta gana y corazón.
¿Si mi sueño era ser empresaria? Si me preguntaran eso, diría al tiro: ¡No! Aprendí a serlo, aún aprendo a serlo… Nos pasó que como teníamos tanta marca grande, nos exigieron facturar y es ahí cuando dejó de ser la pega perfecta; conocimos el IVA, la RENTA! Las boletas, las rendiciones, el EXCEL!! Juro que tengo una relación de amor odio con ese programa, sin él estaría en la banca rota, pero definitivamente lo mío no son los números.
A mi empresa la llamamos Fruta Studio; nos gustó la idea, podía ser algo muy colorido, variado y fresco. Un año después, a mi hermana la dieron de alta. Con empresa y con mi hermana de nuevo en la casa, pensé “ahora si me como el mundo”, pero la vida me dijo “espérate que aún te tenemos otra sorpresa” y quedé embarazada jaja. Me da risa porque no es que sea algo malo, pero sí o sí implica cambiar el switch, mentalizarte a que tu vida nunca más será lo mismo (sobretodo dormir).
Creo que millones de veces me he sentido agobiada por estar “bloqueada”, tener en la cabeza una empresa y una hija que recién está entendiendo lo que es el mundo. Ha sido algo hermosamente duro… duro principalmente porque creo que mucho rato estuve bloqueada creativamente y eso me dolió harto. No es que me crea una eminencia del arte, pero nunca me había pasado que las ideas no pasaran por mi mente!! Pero ahora que esa etapa por fin quedó atrás -y creo que tiene harto que ver con que he aprendido mucho mejor a sobrellevar el tema de la “empresa”-, ahora que tengo casi 30 y mi hija camina solita, creo que por fin puedo respirar…
Actualmente en esta pequeña familia Frutosa trabajamos seis personas; el administrador, salvavidas Mauricio Lopez, Joaquín Soffia (productor-modelo; pueden verlo en comerciales o en la última campaña que hicimos para Santa Carolina jaja), la Cata Fravega, Directora de arte (nuestra Marie Kondo), la Romina Riveros como asistente (que para mi es más que eso, muy trabajadora, crítica y talentosa), Gabriel, que me ayuda en administración y sin él esta carga hubiese sido insostenible y yo, como cabeza creativa, fotógrafa, directora de arte, productora, asistente y todo lo que mi empresa necesite jeje. Bueno, pronto se sumará otro chico que me tiene muy ilusionada, ya sabrán por las redes.
Y nada, miro hacia atrás y agradezco a todas las marcas. Podría mencionar muchas pero principalmente a la familia Falabella, Homy, Americanino, Concha y toro (que son mis regalones :)), a Samsung de quien soy embajadora actualmente al igual que Puma. Lounge! Con los que ya llevamos como tres años trabajando juntas.
La vida me ha enseñado a que llegar a la cima (no es que esté ahí, pero sé que voy por el buen camino) es duro. Y he aprendido a cuesta de errores, errores con personas, errores administrativos, desórdenes… que hasta hace un año me sentía una cabra chica metida en la pata de los caballos, hablando con gerentes de marcas importantes. A pesar de todos los errores, siempre le he sido fiel a la convicción de creer en que este sueño me acompañará por mucho tiempo más.
[Esta historia continuará]
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