Algunas nacieron inquietas y no pueden mantenerse sentadas en una oficina frente a una pantalla. A otras les gusta la rutina y prefieren tener horarios establecidos. Pero tú, ¿sabes si tienes el espíritu y la esencia de una mujer emprendedora? ¿Te gustaría lanzarte, arriesgarte, dejar todo y empezar con tu propio proyecto pero no sabes si tienes la pasta para emprender? Muchas veces, el no estar seguras de nuestras capacidades nos frenan…Y nosotras las queremos ayudar. No tenemos la verdad absoluta, pero sí sabemos que toda mujer que quiera emprender, debe tener ciertas características mínimas.
Porque las mujeres emprendedoras son diferentes a las demás. Y con estas cinco señales, se darán cuenta si están hechas para esto o no.
1) Aprovechas las oportunidades:
Este punto es imprescindible. Si ya en el colegio llegabas con alfajores para vender en el recreo, tienes una semilla dentro de ti. Tal vez no todas fueron así cuando más chicas, pero si hoy eres de las que sabes ver una oportunidad y la tomas, significa que te atreves y que estás dispuesta a ir más allá.
2) Te motivan los desafíos:
Si es que no te atraen los desafíos, no creo que seas el perfil para emprender. Muchas veces, cuando se enfrentan a problemas, la gente trata de escapar o lavarse las manos con la situación. Pero los emprendedores, se ponen a la altura de las circunstancias. “Los desafíos los motivan a trabajar más duro. Un emprendedor cree que no hay nada insuperable. Mira la adversidad y sigue adelante”, dice Jeff Platt, emprendedor.
3) Crees en ti misma y en tus capacidades:
Te tienes confianza, confías en que cuando te propones algo, lo logras. Esto es algo importante, porque todo comienza por uno mismo, por creer en las propias capacidades. Si tu no crees en ti misma, es difícil que el resto lo haga. No es vanidad ni exceso de amor propio, es simplemente tener la confianza para decir “yo sí puedo”.
4) Tienes iniciativa y autodisciplina:
La gente con alma emprendedora crea, inventa, soluciona, no se conforman con lo que hay y tienen la mente puesta en nuevos objetivos y en cómo lograrlos. La iniciativa es importante y debe ir de la mano con la autodisciplina, porque al lanzarse a emprender, se debe tener en cuenta que pasas a ser tu propio jefe. Ahora manejas tus propios horarios, te pones límites y debes ser disciplinada para cumplir metas y objetivos sin tener a un superior que esté presionando. Tu te manejas, y para esto, hay que ser ordenada y no sentir que no hay obligaciones sólo porque estás emprendiendo.
5) Eres apasionada y realista:
Para llevar a cabo una buena idea, se necesita trabajo y dedicación. La pasión que le ponemos a lo nuestro, es como la bencina que necesita un auto. Porque hemos escuchado cientos de veces que emprender es difícil; encontraremos piedras en el camino, nos cerrarán puertas, pero si eres apasionada y amas lo que haces…seguirás adelante. Pero además de la pasión y el optimismo, es importante también ser realistas; haz números, registra tus ingresos y controla los gastos de tu empresa. Sepáralos de tus gastos personales. Con estos números podrás proyectar el crecimiento de tu negocio, saber cuándo es momento de ahorrar y en qué momento es conveniente invertir. Mientras más realista seas, habrá menos frustración y estarás más cerca del éxito.
Me gustaría terminar con una cita de Stephane Bourque, empresaria, fundadora y directora general de la empresa Incógnito Software en Vancouver, quien dice que “los verdaderos empresarios son más propensos a pedir perdón que permiso, seguir adelante para hacer frente a las oportunidades o problemas que reconocen, incluso sin la aprobación de sus superiores”.
