“Estoy sobrepasada…”. “Tengo tantas, tantas cosas en la cabeza, que no sé qué priorizar o por dónde partir…”. “Se me olvida todo lo que tengo que hacer…”. Cuántas veces hemos escuchado estas frases a amigas, jefas, colegas o a nosotras mismas. Nos damos cuenta de estas problemáticas cuando ya la situación llegó a un límite y muy pocas veces somos capaces de organizarnos con tiempo para adelantarnos a los momentos más críticos.
Es que aceptémoslo; es un hecho que en algún momento estaremos estresadas, se nos juntarán mil tareas al mismo tiempo y querremos tirar todo por la borda. ¡¡Tranquilas!! Les queremos dar una pequeña ayudita con cinco consejos para organizar mejor el día a día, la semana y el mes. Aquí van;
1) PLANIFICA Y ARMA UN HORARIO
Puede sonar obvio, pero no lo es para todas. Una de las grandes ventajas de saber planificarse, es que permite tener la mente relajada, al saber que todo está bajo control. Inicia tu día planificando cuáles son las tareas “claves” que necesitas realizar sin falta. Y hazte un horario, para cuestiones laborales y personales, ya que así te tendrás que “acoplar” a eso y lo cumplirás. Las rutinas están formadas de hábitos… por lo que si estableces horarios para organizarte, verás muchos beneficios.
Y un hábito no tiene por qué ser monótono. Por ejemplo, si cada noche te propones una tina de cinco minutos para relajarte; un día puedes hacerlo con música, otra en silencio, otra aprendiendo un idioma, hablando por facetime con una amiga y así. No le tengan miedo a la planificación y a los horarios.
2) RECORDATORIOS ELECTRÓNICOS
Por favor!! Aprovechemos la tecnología. Hoy en día hay aplicaciones para facilitarnos la vida, recordatorios en la agenda del celular y alarmas. Un buen consejo -si no lo han hecho-, es que actualicen su Gmail, que ahora viene con varias características prácticas, como posponer un email, escribir tareas pendientes, dejar notas en el mismo correo y lo mejor de todo; te recuerda mails que no has respondido o que no te han respondido hace mucho tiempo.
Además, otra herramienta muy útil, son las clasificaciones por colores que permiten los calendarios electrónicos y el correo. Por ejemplo, asígnale el color rojo a las cosas relacionadas con el trabajo, azul a las cosas domésticas, verde a las vacaciones, rosado al ejercicio y así. Lo mismo se puede hacer manualmente con lápices de colores.
3) TEN LA AGENDA SIEMPRE A MANO
Nunca se sabe cuando tengas que agendar un evento, reunión o hacer uso de tu calendario para que no te topen las actividades del mes. Al tener una agenda y todos tus eventos, citas, reuniones, etc… escritas en ella, se te hará mucho más fácil organizarte. En papel todo es más gráfico y la cabeza se ordena de manera mucho mejor.
Pero ojo!! Elijas lo que elijas, comprométete con tu decisión. Y no trates de tener una agenda para el trabajo, otra para el día a día, etc… Más fácil juntar todo en un mismo lugar.
4) REVISA LAS TAREAS DEL DÍA SIGUIENTE
Muchas veces he dormido mal porque al día siguiente tengo millones de cosas que hacer y mi cabeza no para de funcionar. Lo mejor en estas ocasiones, es sentarse en el escritorio y repasar una a una las actividades del próximo día. Si es necesario, hacer una lista ordenada según los horarios o según las prioridades, pero así te tranquilizarás porque no se te va a olvidar nada al otro día y además es una manera “práctica” de sacarte las preocupaciones de la cabeza y dejarlas ahí en el papel…
5) RESPIRA
¡Qué obvio! Pensarán algunas… pero no. No nos referimos a esa respiración automática, inconsciente y robotizada que hacemos a cada segundo de nuestra vida. Estamos hablando de parar, hacernos conscientes de nuestra existencia, sentir cada célula de nuestro cuerpo, escuchar nuestra respiración y concentrarnos en que esa inhalada de oxígeno llegue a cada rincón del cuerpo.
A veces este simple ejercicio de cinco minutos puede salvarnos el día. Una pequeña pausa para decir, “acá estoy, todo se va a solucionar, nada es tan grave y es más importante mi salud que el trabajo y el estrés…”