La vida no es una carrera de autos -como muchas veces nos han enseñado-, en la que competimos y nos comparamos con el resto… es mucho más complicado que eso.
En la vida tienes tu propio camino, que está lleno de detalles, sorpresas y pequeños milagros… y te puedes perder todo eso si estás mirando el camino del lado, pendiente de cuánto más adelante o cuánto más atrás va tu vecino. Porque ¿quién sabe? Quizás tu camino tiene pequeños hoyos, obstáculos y barreras para después transformarse en un moderno camino pavimentado…mientras que el de tu vecino está casi totalmente pavimentado al principio y de pronto -en unos años más-, se encontrará con un hoyo tan grande en el camino que tendrá que poner años e infinitos recursos en construir un puente.
Me gusta hacer está metáfora porque creo que la complejidad de la vida se simplifica un poquito. Es que realmente malgastamos tanto tiempo de nuestros días victimizándonos, envidiando al de al lado y lamentándonos de las cosas malas que nos pasan. Tal vez nos estamos comparando demasiado.
Pero vamos al grano!! Aunque no soy experta, creo que a mis cortos 27 años algo he aprendido. No quiero insinuar que la vida es una y hay que aceptarla como venga ¡No! Tu propio camino tiene infinitas posibilidades; pasar el obstáculo por un lado, saltarlo o trabajar en despejar el camino. Y en esas opciones está la libertad…Que siempre, siempre debe ser usada para tu felicidad. Por eso quiero dejarles un par de ejemplos prácticos a los que nos enfrentamos muchas veces en la vida y que deben transformarse en elecciones pensadas para que tu propio camino sea hecho a tu medida.
1. Si no estás feliz con algo, ¡cámbialo! Puede ser tu trabajo, tu ambiente, tu estilo de vida. Pero debemos ser capaces de darnos cuenta de qué es eso que nos está produciendo infelicidad y atreverse a que se produzca un cambio. Si tu trabajo tiene un buen sueldo, pero sufres cada mañana al despertar… ¿Cuál es el sentido?
2. Elige disfrutar el momento; no vivas ni en el pasado ni en el futuro, sólo en el aquí y en el ahora! Esto de todas maneras aliviará la ansiedad, el estrés y tantas otras cosas que nos atacan por la carga laboral y la rutina diaria. Nadie dice que es fácil, pero ya es un paso ser conscientes de esto y tratar cada día de conectarse con el momento.
Respirar y meditar son una muy buena manera de lograr eliminar parte de este estrés. Aunque sean cinco minutos al día… todo sirve. A mi por lo menos, me sirve bailar =)
3. Este punto tiene más relación con los demás, pero también es una decisión personal. A veces no podemos controlar el destino, que nos pone ciertas personas en el camino… Pero lo que sí podemos controlar, es decidir con qué tipo de personas deberíamos rodearnos.
Aleja la negatividad, las que te bajen el autoestima, las que te cuestionan constantemente, las que no te entienden y no hacen intentos de aceptarte como eres. En cambio, rodéate de personas inspiradoras, apasionadas, motivadoras, agradecidas y de mente abierta. Verás cómo las cosas cambian.
4. Valórate, quiérete, cuídate. Porque tú eres lo más importante… suena reiterativo pero ¿cuántas veces nos damos un espacio para regalonearnos? Y parte de cuidarse a uno misma, es también el preguntarse ¿qué me sobra en mi vida? ¿A qué estoy atada? ¿Cuáles son mis opciones?
5. Y por último… aunque estés cómoda en algún lugar, feliz con tu trabajo, con tus amigas y tu familia, pero sientes una corazonada o en el fondo de tu ser está escondido un sueño muy anhelado que sólo está en pausa porque no quieres salir de tu zona de confort…. Yo te recomiendo que escuches ese profundo sentimiento.
Es lo que me pasó a mí. No sólo estaba feliz con mi trabajo, AMO GENIAS y he disfrutado y aprendido cada día en este año y medio en el que he trabajado con un equipo de tremendas mujeres… Pero llegó el momento de dar un paso al costado y cumplir un sueño que tengo hace mucho tiempo. Me voy a viajar a países que siempre he querido conocer y a grabar un proyecto personal que espero algún día mostrarles. Nunca sabré si es la decisión correcta si no me hubiese atrevido a dar el salto. Pero me voy feliz y decidida…Y sólo me queda decir; ¡Gracias Genias!
¡Ya me alargué mucho! Pero para terminar, les quiero dejar un pedazo de una frase de un gurú indio llamado Ravi Shankar que me encanta, me llega profundamente y tiene mucho que ver con lo que escribí. Se los dejo y me despido…
“Todo funciona en base a nuestro “huso horario”. Las personas solo pueden atravesar y vivir cosas a su propio ritmo. Puede parecer que tus ex compañeros, tus amigos o familiares estén “adelante” o puede parecer que estén “atrás”. No los envidies ni los subestimes. Ellos están en su propio ritmo de vida y tu en el tuyo. No estás tarde, no estás temprano… Estás justo a tiempo”.
