Fin de año es una época de reflexión, donde miramos hacia atrás, analizamos el año que pasó y lo que pudimos (y no) hacer. Pero también es un tiempo de mirar adelante, proyectar el año que viene y poder reflexionar sobre los cambiamos que queremos o tenemos que hacer.
Y es ahí donde tenemos una gran oportunidad, ya que podemos mejorar aspectos de nuestras vidas que sentimos no tenerlos resueltos, que no nos acomodan, o también cosas nuevas que queremos probar y que para nosotras es un desafío.
Es por esto que les quiero recomendar hacer RESOLUCIONES DEL 2019. Las resoluciones son tareas o metas que nos ponemos nosotras mismas y que nos proponemos alcanzarla en un determinado tiempo. A mi me encanta el año nuevo, y las resoluciones que podemos hacer, ya que el comienzo de un nuevo ciclo nos permite partir de cero, con una sensación de “borrón y cuenta nueva” y con la oportunidad de mejorar las cosas. Para mi es tan relevante el cambio de año, sobre todo en lo laboral, que además de hacer las resoluciones, hago cosas super prácticas: parto con cuaderno nuevo, la agenda también la estreno ese día, me compro un nuevo estuche, y hago todo lo que me permita cerrar el año que pasó. Pero eso no significa olvidarlo, lo más poderoso de esto, es que tenemos las experiencias, vivencias y hechos del año que pasó, para poder tomarlas, analizarlas y siempre mejorarlas. Cierro un ciclo con el año que se fue, pero siempre rescatando y aprendiendo de lo que me dejó.
Me imagino que todas tenemos más o menos clara nuestra lista de resoluciones, y aunque la tengamos súper presente, lo más probable es que no alcance a llegar marzo y ya volvimos a nuestra rutina del año anterior, a nuestro día a día y se nos olvidaron todas nuestras metas y lo que queríamos mejorar. Para poder hacer (¡y cumplir!) las resoluciones del año nuevo, les quiero dar unos consejos que les pueden servir:
- No lo hagan el 2019: Como el fin de año se nos junta con Navidad, cierres laborales, shows de colegios o jardines y un sinfín de amigos secretos, juntas y paseos, lo más probable es que dejemos esto para Enero. Les recomiendo que lo hagan en Diciembre, antes que parta el nuevo año, para que cuando despierten el 1 de Enero, ya sepan lo que quieren hacer y lograr ese año.
- Armar resoluciones realistas: Está bien que seamos soñadoras, que confiemos en nosotras y queramos superarnos, pero tampoco tenemos que “súper-prometernos”, porque puede ser muy difícil cumplirlo, y la frustración es mucho mayor. Hagamos metas alcanzables según nuestra historia, capacidades, recursos y nuestro autoconocimiento.
- Sin presión: No hay para que presionarnos ni auto exigirnos. Es importante ir cumpliendo y haciendo lo que nos proponemos, pero si va más lento de lo que queríamos, o algo no salió como lo pensábamos, no hay problema y todo se puede ajustar. ¡Disfrutemos este proceso y pasémoslo bien!
- Escribirlas: Soy fan número 1 de escribir todo. Creo que, al bajar las cosas de la cabeza a un papel, nos saca literalmente un peso de encima; sabemos que no se nos van a olvidar y podemos mirarlas siempre que queramos. Auto regálense una mañana de diciembre; se hacen un té, ponen música y escriben todo lo que quieren hacer este nuevo año que viene. Háganlo un plan, con fechas, metas y argumentos, así tendrán más claro si lo están cumpliendo o no, y cómo pueden avanzar mejor.
Las invito a hacer esto mismo con todas las áreas de sus vidas, es un proceso muy lindo y que sirve mucho. Nosotras las mujeres tenemos tantos roles y tantas cosas que gestionar, organizar y ver en nuestro día a día, que -para poder hacerlo bien-, tenemos que tener claro nosotras mismas qué es lo que queremos y cómo lo vamos a lograr. ¡Suerte y vamos por ese 2019!