Liderar con voz propia

Liderar con voz propia

Este post es parte de los contenidos que publicamos gracias a la Red Geniasdonde te entregaremos información sobre liderazgo, referentes, desarrollo de carrera, conciliación entre vida laboral y personal, y ¡mucho más de la mano de mujeres líderes!


Por María Paz Achurra, Directora Ejecutiva y Fundadora RedMaestra.

 

Una invitación a atrevernos, a cuestionar moldes y a construir nuevas formas de liderazgo

Durante muchos años pensé que para ser tomada en serio tenía que hablar fuerte, decir que sí a todo y no mostrar dudas. En especial, siendo mujer en rubros tradicionalmente masculinos, sentía que no podía “flaquear”. Me esforzaba por encajar en un molde que no había sido hecho para mí. Me tomó tiempo entender que el liderazgo no se trata de repetir modelos ajenos, sino de construir uno propio, desde quién soy y lo que valoro.

Hoy estoy convencida de que el liderazgo femenino no necesita disfrazarse de dureza para ser respetado. Una puede ser firme y empática, estratégica y cercana, exigente y cuidadosa a la vez. El poder no está en tener todas las respuestas, sino en saber escuchar, en conectar y en impulsar a otras.

He aprendido —a veces a porrazos— que la vulnerabilidad también es una forma de fuerza. Liderar desde lo humano, con pausa, ternura y claridad, no solo es posible: es urgente. Es la forma en que muchas de nosotras construimos confianza y comunidad, incluso en los espacios más duros o desafiantes.

Muchas veces nos han enseñado que debemos estar 100% listas para atrevernos. Pero la verdad es que nadie lo está del todo. El aprendizaje ocurre en el camino. El crecimiento empieza cuando nos atrevemos. Esa frase me acompaña cada vez que una decisión me da miedo, o cuando siento que no “doy el ancho”. Porque confiar en una misma, incluso cuando hay dudas, es el primer paso para abrir caminos.

Por eso me importa tanto que tengamos referentes diversos. Ver a otras mujeres haciendo cosas que antes parecían imposibles nos ayuda a imaginar que ese camino también puede ser para nosotras. Nos da permiso para soñar más grande, para cambiar de rumbo, para creer que podemos aprender sobre la marcha.

Si estás leyendo esto y sientes que no encajas del todo en lo que se espera de una “líder”, está bien. Tal vez sea porque estás creando una nueva forma de hacerlo. Y eso, en sí mismo, ya es un acto de transformación. De esos que dejan huella. De esos que nos hacen crecer a todas.

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