Siempre que termina un año y parte otro hay muchas emociones dando vueltas. Ese día es un buen momento para reflexionar, pensar qué hicimos bien, qué hicimos mal, y que podemos mejorar. Para mí el 31 es una mezcla de sensaciones, nervio y ansiedad por el nuevo año, pero también melancolía por lo que dejamos atrás.
Me gustaría hacer un recuento de todos los momentos lindos que viví, pero ya no me acuerdo de todos! Por eso, para el 2018 les propongo hacer un jarrito de lindos recuerdos!
Empieza el año con un frasco vacío y a medida que vayan pasando los días, semanas y meses cada vez que te pase algo bueno, algo lindo o un momento que quieras recordar, escríbelo en un papelito y lo guardas en tu jarro. Para el 31 de diciembre del 2018 lo abres y vas a recordar todos esos buenos momentos que viviste el año que estás dejando. Esta idea también es buena para hacerla en tu oficina o emprendimiento, y cuando sea fin de año, pueden hacer una análisis y recordar todas las cosas buenas que se hicieron.
Además de agradecer por todo lo lindo que viviste, seguro vas a leer cosas que ni te acordabas que habían pasado y que te habían sacado más de una sonrisa ?
