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Hay algo en común en la mayoría de los trabajos. Todos se basan en ir cumpliendo metas y lograr objetivos. ¿Pero les ha pasado alguna vez que sienten que no avanzan y no logran cerrar temas? Respondiendo un mail al jefe, escribiendo un reporte, pensando ideas para la próxima reunión y mandando whatsapp a tu grupo de amigas. Simplemente hay demasiadas cosas en tu cabeza. Estás siendo poco productiva y no sabes por qué. A continuación te dejamos cuatro hábitos que no te están ayudando para nada.

 
1. Revisar demasiado el celular
El tema no es demonizar al celular. Yo lo amo. No podría vivir sin su calendario, sus alarmas y el whatsapp que me mantiene en contacto con miles de personas. Pero la verdad es que sí, a veces lo agarramos instintivamente para un chequeo rápido. Mandar un meme, etiquetar en un video o comentar la última noticia lo único que hacen es desviarnos del trabajo y se transforman en una distracción innecesaria.
¿Qué te propongo? Atrévete a apagar tu celular de vez en cuando, sobre todo cuando estés trabajando en algo urgente o importante. Pon el teléfono en silencio para no sentir curiosidad cada vez que suene un mensaje. Y si eres un poco más cuadrada, establece horarios controlados para revisar el celular. Unos mini breaks que te relajen pero que no te desenfoquen.
2. A veces hay que decir que no
Partamos por la premisa de que somos humanos, no superhéroes. Estar estresada por los cuatro proyectos freelance que aceptaste puede ser una mala idea. Si tienes un trabajo definido que te absorbe y aceptas como “favor” una peguita extra, tal vez sea contraproducente. Si a esto se le agrega el deporte en la mañana, el horario de almuerzo y el cumpleaños, ¿cómo no colapsar? A veces ponemos más responsabilidades en nuestros hombros de las que podemos soportar. Tal vez sea para demostrar algo a alguien o porque sencillamente no puedes decir que no. Pero te cuento algo; la realidad es que tu colapso de agenda sólo te produce estrés. Nada positivo.
Tips: Revisa dos veces tu agenda y piénsalo bien antes de aceptar un trabajo. Sé realista y honesta con lo que realmente puedes hacer. No te sientas mal al decir que no. Pero sobre todo, entiende que tu salud mental es más importante que unos pesos de más.
3. Te estás comparando demasiado con los demás
“El pasto de al lado siempre es más verde”. Qué verdadera es esta frase. Siempre nos estamos comparando con el resto, a nivel laboral, personal, amoroso y familiar. A Sofía le subieron el sueldo, el trabajo de Pepita es más entretenido, Laura tiene más beneficios y así infinitamente. Lo malo, es que a veces esto se transforma en frustración y desmotivación, lo que se traduce en un trabajo hecho sin ganas y obviamente, poco productivo.
¿Qué tenemos que hacer? Lo primero es tomar esa comparación y transformarla en una actitud positiva, que nos desafíe, nos ponga nuevas metas y nos motive a mejorar. Transformarla en determinación. Si quieres escribe tus nuevos objetivos. Lo que sea con tal de querer mejorar y ser mejores profesionales.
4. Una siesta demasiado larga.
Este punto puede estar más enfocado en las mujeres que trabajan desde sus casas, pero también sirve para las trabajólicas que siguen afanando después del horario laboral. Dormir siesta no sólo es rico, es muy necesario para reponer fuerzas y renovarse para un largo día de actividad. O después de una mala noche. Pero una siesta demasiado larga podría ser fatal. En vez de ayudar, te va a dejar “groggi” y además, sin tiempo para terminar tus tareas.
¿Y entonces? Trata de mantener un horario fijo para dormir, que no te desordene tu rutina. Duerme entre 25 y 40 minutos, no te sobrepases si no quieres sufrir las consecuencias. Y el celular ponlo lejos, así te tendrás que parar para apagarlo. Y al levantarte, pon tu canción favorita, llama a una amiga o haz un estiramiento corporal. Lo que sea para activarte y dejarte preparada para la acción.
¿Tienes más tips para mantenerte productiva? ¿Alguno de los consejos que di te ayudan en tu trabajo? Te invitamos a escribir en nuestros comentarios y ser parte de esta comunidad de Genias.