Cuando se va tu BFF del trabajo

Cuando se va tu BFF del trabajo

Hay duelos que nadie te explica y que no se hablan hasta que te pasa, y ¡cómo duelen! Uno de ellos es perder a esa amiga del trabajo. Tu partner de cafetería, tu cómplice de memes internos, tu salvavidas emocional en medio de alguna reunión.

Suena dramático, pero si alguna vez tuviste una amiga así en la oficina, sabes exactamente de lo que hablo.

 

El “buenos días” que ahora suena distinto

La amistad en el trabajo tiene un encanto particular. Nace entre ideas, reportes, reuniones eternas y risas disimuladas. Se construye rápido, casi sin querer, un día estás compartiendo un escritorio, y al siguiente ya tienen un lenguaje propio, chistes internos y una conexión emocional.

Por eso, cuando esa amiga se va, porque renunció, la cambiaron de equipo o simplemente se distanciaron, algo pasa en nosotras.

El “buenos días” suena más vacío, el café sabe más amargo, y de pronto el trabajo se vuelve a sentir solo como trabajo.

Sufrir por alguna pareja, por cambios de la vida, hasta por una serie es "normal", pero ¿por una amiga del trabajo? Porque ella no era solo la persona que te acompañaba al almuerzo, era tu red de apoyo; la que celebró contigo ese logro que nadie más vio, la que te mandó un mensaje cuando te vio extraña en la reunión, o la que te acompañó cuando necesitabas respirar.

En la pega no solo se trabaja, también construyen relaciones. Y perder eso, es un duelo.

Lo más extraño es que nadie más parece darse cuenta que esa persona ya no está, todo sigue igual, como si nada hubiera pasado. La productividad no baja, los correos siguen llegando, el calendario sigue lleno. Pero tú sientes un cambio en la rutina, el escritorio que antes compartían ya no se ve igual, los cahuines, las charlas de “qué vas almorzar” ya no se disfrutan igual.

 

Pero ¿por qué duele tanto?

Porque esa amistad nació en un lugar donde pasas más horas que en tu casa. Fue testigo de tus días buenos, y de esos en los que solo querías renunciar y vivir de vacaciones. Y porque te contenía sin que lo pidieras.

Pero hay que entender las relaciones cambian. La vida laboral se mueve. Y a veces simplemente no coincidimos más.

 

Cómo sobrevivir al almuerzo sin ella

No hay fórmula mágica, pero sí algunas consejos o verdades útiles:

Permítete sentir el duelo, no lo minimices solo porque nació en el trabajo.

Agradece lo que fue esa amistad que te acompañó cuando lo necesitabas. No todas lo hacen.

Deja espacio para lo nuevo, a veces llegan otras personas que ni te imaginas y esta puede ser una oportunidad para conectar con otras personas.

Aprovecha verla fuera del contexto laboral, pueden conocerse en otras facetas. Ya no están trabajando juntas, pero pueden volver a conectar.

No fuerces nada. Si la vida las vuelve a juntar, será lindo. Si no, también estará bien.

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