Chile es uno de los países con más emprendimientos del continente. Y en este contexto, ha existido un aumento en la cantidad de mujeres que se han decidido por tener su propio negocio o empresa. Pero, ¿cuáles son las principales razones que nos impulsan a emprender? o, ¿qué dificultades enfrentan en este ámbito?.
Las respuesta a estas preguntas las encuentras en este post.
Les presentamos los principales enunciados que dejó el Informe de resultados respecto del microemprendimiento femenino, llevado a cabo por la Unidad de Estudios de División Política Comercial e Industrial a fines del año pasado, bajo el alero del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo.
Este informe logra entregar una caracterización de las mujeres microemprendedoras con sus respectivos negocios: basado en la Sexta Encuesta de Microemprendimiento o EME 6.
Datos generales
Dentro de los datos más relevantes encontramos, por ejemplo, que las mujeres representan el 38,6% del universo microemprendedor, lo cual es equivalente a 794.852 mujeres emprendedoras.
Dentro de el microemprendimiento informal, la proporción corresponde a un 57,3%. ¿A qué nos referimos con “informal”? Pues a aquellos que no poseen inicio de actividades en el Servicio de Impuestos Internos.
Por otro lado, un 73,8% de los microemprendimientos de mujeres están ubicados en los sectores de servicios y comercio. Sumado a aquello, las mujeres realizan 18 horas más de trabajo no remunerado que los hombres.
Igualmente, en promedio, las microemprendedoras obtendrían utilidades mensuales por $439.854, lo cual es casi la mitad de lo que obtienen los microempresarios. Así también, el informe arrojó que el 68,3% de las microemprendedoras gana menos que el salario mínimo.
Diferente a lo que podría pensarse, solo en un 9,9% de los casos, las microemprendedoras han solicitado un crédito bancario en los últimos 2 años, proporción que es notablemente superior en los hombres, lo cual bordea el 16%. De este porcentaje de mujeres que solicitaron el crédito, el 98,8% pudo obtenerlo.
Perfiles, motivos y ganancias
Respecto del nivel educacional, se puede concluir que las mujeres poseen un mayor nivel de educación que los hombres. En particular, un 75,7% de las mujeres tienen educación media, a diferencia de los hombres, que alcanzaron un 70,9%.
Por otro lado, si se examina la distribución de fuerza laboral, se puede ver que las microemprendedoras representan el 25,4 % de la fuerza laboral femenina. Y que las regiones con mayor concentración de microemprendedoras son: Atacama (38,6 %), La Araucanía (38,2 %) y Tarapacá (36,4 %).
Las motivaciones para emprender se pueden categorizar en tres ámbitos: oportunidad (encontró una oportunidad en el mercado, toma sus propias decisiones o expectativas de mayores ingresos), necesidad (obtener ingresos suficientes para necesidades básicas, no logró encontrar un trabajo o fue despedido de un empleo) y flexibilidad (responsabilidades familiares, mayor flexibilidad por horario y lugar o razones de salud).
De aquello, se pudo concluir que, un tercio de los microemprendedores lo haría por necesidad, independiente del sexo. Sin embargo, en el caso de oportunidad y flexibilidad se pueden notar grandes diferencias entre hombres y mujeres. Un 43,7 % de los hombres emprendería por oportunidad, en relación con un 31,5 % de las mujeres. Por otra parte, un 26,2 % de las mujeres emprende por flexibilidad, en contraste, un 9,8 % de los hombres lo haría por esta razón.
No menos relevante y bajo este contexto, es fundamental resaltar que las microempresarias ganan en promedio la mitad que lo microempresarios. Las mujeres obtienen en promedio utilidades de $439.584, lo cual en los hombres asciende a $815.513.
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