Regalos, navidad, cierres laborales, paseos, fiestas de fin de año, ceremonias. ¡¡Uff!! De sólo leer todo lo que hay que hacer en diciembre, me dan ganas de meterme en un hoyo y no salir hasta enero, cuando ya ha pasado todo. Bueno, estoy segura que no soy la única. Pero tranquilidad… el estrés solamente nos trae malos ratos y hasta se puede vengar en nuestro cuerpo. Aceptémoslo, fin de año ya está acá, así que sólo nos queda enfrentarlo como corresponde.
Nunca está de más algunos consejos. A continuación les dejo cinco tips que espero les sirvan para manejar el tan temido estrés de fin de año. ¡Tú puedes… y vamos por el 2018!
1. Priorizar y Delegar
Vamos a partir pensando que el trabajo es uno de los mayores culpables del estrés. Entonces vamos a enfocarnos en algo: priorizar. Es muy probable que las tareas se puedan dividir entre las urgentes e inmediatas y las que tienen una importancia normal. Las urgente las haremos primero, y así paso a paso se irán cumpliendo metas. No sirve de nada agobiarse mirando todo lo que hay que hacer.
Sobre exigirse es contraproducente. También es importante en estas fechas, saber delegar. Pedir ayuda en esos temas que pueden ser trabajados por un tercero. Aunque uno siempre siente que es mejor hacerlo uno mismo, a veces hay que pensar en la salud mental.
2. Agenda y recordatorios
Por este mes, la agenda y los recordatorios de tu celular serán tus mejores amigos. De verdad, apóyate en ellos y la vida se te puede solucionar. Anota hasta el más mínimo detalle para que nada se te pase. Además, al anotar todo, le vamos a quitar a la cabeza ese estresante Pepe grillo que nos dice “se te va a olvidar, se te va a olvidar”.
Y ojo, a veces pueden haber cambio de planes. En esos momentos, respira y aprende a practicar la tolerancia y flexibilidad.
3. No tomar responsabilidades extras
Ya hemos hablado de que hay que saber decir que no. Bueno, en diciembre tienes casi la obligación de decir que no cuando tu agenda está sobrecargada y la petición no es prioridad. Imposible actuar en la obra de teatro de tu hijo, encargarse de hacer las compras y hacer el balance de la empresa.
Diciembre es el fin del año, no el fin del mundo. Recuerda que enero y febrero generalmente son meses muy tranquilos en los que puedes hacer todo eso que no alcanzaste en este 2017.
4. Actividad física y relajación
Es clave realizar actividades que estimulen otras áreas cerebrales y nos alejen por un rato de las preocupaciones. El deporte juega un papel fundamental, porque la secreción de endorfinas y la producción de adrenalina ayudan a estabilizar el ánimo, alivian la tensión muscular y favorecen la oxigenación.
Un poco técnico, pero todos sabemos que mover el cuerpo es lo mejor que existe. Si haces deporte habitualmente, ni por si acaso lo dejes en diciembre. Transfórmalo en una prioridad. Y si eres de esas que no mueve ni un dedo, te aconsejo al menos salir a caminar por 30 minutos tres veces a la semana para despejarte. Practicar yoga, pilates o Tai Chi también es una excelente opción para fomentar la meditación y la relajación.
5. Dormir siete horas mínimo
Hay que imaginarse el descanso nocturno como el enchufe que nos recarga de energía. Sin las horas de sueño, nadie funciona. Trata de mantener tus horarios, así tu cuerpo no te sale con sorpresas.
Pero en el horario de trabajo también es importante tener minutos de descanso. Aunque sean cinco minutos, cierra los ojos, medita, respira, mueve tus brazos y tus piernas. Y obviamente, no te olvides de tus amigos para dejar la rutina y el exceso de trabajo. Al fin y al cabo, la vida está para gozarla.