El docurreality “La Vega, Acosados, la Jauría y la serie documental “Proyecto Arca” son algunas de las producciones que ha realizado Fabula TV, una productora de cine y publicidad que nació el año 2015. Hoy, la periodista Ángela Poblete trabaja como Directora Ejecutiva en esta empresa, en donde le toca crear, desarrollar y producir programas y ficciones. Le encanta el trabajo en equipo, trabaja en el auto, en la oficina y en los diferentes sets de grabación. Le llena de orgullo que el 50% de la planta de la productora sean mujeres y lucha por mostrar la igualdad y el feminismo en sus realizaciones. “Tengo un especial interés por recoger de la realidad fenómenos y temas que nos transforman, nos conmueven o nos moldean como sociedad” afirma.
Nombre: Ángela Poblete
Trabajo Actual: Directora Ejecutiva de TV, Fabula.
Página Web: www.fabula.cl
Instagram: @angela_poblete
1. Cuéntanos un poco de tu carrera profesional y cómo llegaste a ser Directora de Fábula TV.
Yo soy periodista de la Universidad Diego Portales de profesión, pero sólo al principio de mi carrera trabajé como tal; en algunos programas de televisión en TVN y CHV. ¡De eso han pasado casi 20 años! Luego formé parte del equipo de programación de CHV. Ahí fui Coordinadora de Programación y Productora Ejecutiva. Tengo preciosos recuerdos de esa época, hice grandes amigos, pero sobretodo, reconozco esa etapa como una escuela, donde tuve la oportunidad de conocer muchos y muy distintos aspectos de la producción. Desde las instancias más creativas a las más operativas. Luego de eso tuve un breve paso por TVN, donde trabajé en el departamento de Desarrollo de Contenidos y ahí estaba cuando me invitaron a formar parte de Fabula.
El desafío era formar un área de televisión. Crear, desarrollar y producir programas y ficciones de calidad, primero para el mercado local, y hoy, para el mercado internacional. Ya llevamos casi cuatro años en ese “emprendimiento”. Para mí han sido cuatro años de un despertar enorme. Los veo como una etapa de madurez, conocimiento y autoconocimiento. Conocimiento porque he aprendido más intensamente que nunca en mi vida, rodeada de gente realmente excepcional; y autoconocimiento, porque he descubierto nuevas facetas de mí misma (talentos, debilidades, aptitudes). Eso es muy emocionante y desafiante. La madurez profesional es algo que se disfruta mucho. Sobre todo, porque a mi edad, uno se enfrenta con una honestidad brutal tanto a sus atributos, como a sus defectos.
2. ¿Por qué crees que se ha logrado posicionar tan bien la productora y cuál es la razón de su éxito?
Pienso que hay que tener mucho valor para hablar de “éxito”. El éxito se mide de tantas formas distintas. No es una condición, es un estado y, por lo tanto, es transitorio. No me atrevería a hablar de nuestro trabajo en esos términos.
Encuentro más interesante disfrutar del viaje que celebrar el “éxito”. Me gusta, eso sí, pensar que los atributos que tiene esta marca llamada Fabula son fruto del trabajo de un equipo que tiene una vocación única, un gran talento, pero sobre todo, que trabajan muchísimo y son tremendamente generosos con sus conocimientos.
3. ¿Te costó abrirte paso en este mundo siendo mujer?
Yo me siento una afortunada, porque desde muy joven he trabajado en un mundo de hombres, siempre con voz y voto. Por supuesto, he enfrentado prejuicios, he vivido lo que es que a un hombre le paguen más que a mí por hacer el mismo trabajo y probablemente, he tenido que trabajar el doble para hacerme un lugar.
Hasta hace poco, la televisión era un medio muy masculino y yo pertenezco a una generación que no recibió educación de género. A mi generación le enseñaron que las mujeres son rivales, competencia. Hoy yo suscribo a la sororidad como una forma de trabajar y de enfrentar mi relación con las otras mujeres en general. Soy feminista y no tengo complejos en decirlo. Yo considero que las mujeres que tenemos capacidad de decisión- no solo en este medio- tenemos una responsabilidad y debemos cambiar las cosas. Romper con el “techo de cristal” y derribar los estereotipos de género que dificultan la promoción de las mujeres.
Hoy en Fabula hay tres mujeres dirigiendo distintos proyectos en simultáneo y pronto serán cuatro. Tenemos guionistas, productoras ejecutivas, productoras, periodistas, contadoras, actrices. Un 50% de la planta en nuestra productora son mujeres. Eso me llena de orgullo.
El otro día leí una frase que me interpretó, pero no pude encontrar quién fue su autora, decía: “Yo con las mujeres de mi alrededor no compito, nos construimos, y me dan la mano cuando voy última. A mí no me dan envidia: las admiro, a todas, porque cada una luchó incansablemente para llegar donde le dijeron que no podía”.
4. ¿Qué es lo que más te gusta de lo que haces?
La oportunidad de trabajar con gente fascinante. El sentir genuina admiración por mis compañeros de trabajo y aprender de ellos formas distintas de hacer las cosas, maneras de mirar el mundo, de resolver problemas, visiones del futuro.
En las industrias creativas, además, se disfruta muchísimo la libertad, la creatividad, la posibilidad de soñar. En mi caso particular, tengo un especial interés por recoger de la realidad fenómenos y temas que nos transforman, nos conmueven o nos moldean como sociedad. Me encantan las controversias éticas, los temas valóricos, los movimientos sociales, los personajes reales con historias particulares. Gran parte del tiempo, lo pasamos estudiando el mundo en que vivimos, para extraer de él elementos que puedan ser interesantes y transversales, para convertirse en ficciones, programas, documentales. Eso me resulta profundamente apasionante.
5. ¿Dónde trabajas físicamente? ¿Qué es lo que más te gusta de tu lugar de trabajo?
Hoy trabajo físicamente desde distintos lugares. Tengo una base, que es la oficina donde se ubica el área de TV de Fabula. Ahí convivo con los distintos equipos que producen los proyectos y con el equipo de Desarrollo de Contenidos. Al principio me asignaron una oficina, pero al poco tiempo, la cedí a los proyectos porque me gusta estar con los equipos pensando todos juntos. La televisión es muy de trabajo en equipo, de manera que cuando estamos todos en un mismo lugar se nos ocurren más ideas, más soluciones, trabajamos de manera más generosa.
Luego, está la oficina dónde se encuentra el área de Cine, Publicidad y Servicios. Que es preciosa, tiene un patio muy lindo para trabajar y se generan interacciones entre las distintas áreas de Fabula.
Además, visito los diferentes sets de “La Jauría” y “El Presidente”, las series de ficción que estamos rodando actualmente, en distintos lugares de Santiago.
Finalmente, está el centro de operaciones de todas las mujeres que trabajamos largas horas, que es el auto. Básicamente es una oficina móvil. Así como hay gente que se le ocurren cosas en la ducha, a mí se me ocurren en el auto, mirando las esquinas, la gente, a los ciclistas, la ciudad.
6. ¿Qué consejo le darías a alguien que quiere seguir un camino en lo audiovisual?
Yo estoy permanentemente enfrentando nuevos proyectos y retos. Podría desde ese lugar, señalar algunas cosas que he aprendido en estos años y podrían servir a otras mujeres. Lo primero es que la contribución femenina al emprendimiento es un factor que impulsa la igualdad real de géneros y hace a las ciudadanas y ciudadanos de un país corresponsables de su desarrollo y bienestar. De eso no tengo dudas.
Luego, en términos prácticos, pensaría en tener la máxima claridad sobre cuáles son los valores que te inspiran, cómo quieres que perciban tu emprendimiento los otros y, sobre todo, el ¿para qué? Saber responder para qué hago esto, por qué elegí dedicar mi vida profesional a esto. Sabiendo responder estas preguntas, uno puede saber perfectamente qué tipo de profesional contratar, qué cultura organizacional instalar, qué ejemplos seguir. Así se puede definir tanto el fondo, como la forma del proyecto.
Por ejemplo, en mi caso, es fundamental elegir bien a las personas con las que trabajamos, que tengan distintas habilidades, que tengan intereses, capital cultural, que sean creativos y osados, autónomos y respetuosos. Busco siempre la diversidad. Luego, hay que hacer que esas personas convivan. Que es un tremendo desafío. Que convivan en armonía, que se complementen sus talentos, que se borren las barreras de origen y género. No se me ocurriría preguntarle a alguien, por ejemplo, en qué colegio estudió; me interesa mucho más saber qué le disfruta hacer y cómo se puede acoplar al equipo.
Para que los proyectos funcionen, lo más importante es que las personas que trabajen en él estén cómodas, se sientan acogidas y escuchadas. El que cree que puede emprender solo está equivocado. Estar atento a conocer los talentos de cada uno, sacar lo mejor de ellos y luego reconocer su trabajo pública y privadamente. Puede sonar un cliché, pero el trabajo en equipo es la clave de todo.