Hablar en público es la pesadilla de muchos. Les da terror sólo imaginarse un escenario, un micrófono y una audiencia. Las manos empiezan a tiritar, cae el sudor por la espalda, la cara se pone roja y la situación puede llegar a transformarse en una crisis de pánico. Pero a ver…. es muy probable que siendo emprendedoras o dueñas de su propio negocio, les toque alguna vez hablar frente a un centenar de gente. A mi me ha tocado varias veces hablar frente a un auditorio lleno… y aunque nunca me ha costado demasiado, tengo algunas técnicas que ayudan a paliar un poco el nerviosismo. Espero que les sirvan estas estrategias y puedan ayudarlas cuando les toque!!
1. Prepara y ensaya mucho: Puede sonar obvio, pero una vez que tu presentación esté armada, revísala. Y luego revísala de nuevo. Ensayar muchas veces frente a un espejo es clave para mirarse, entender los tiempos de la oratoria, cuándo se acaba la respiración y cuándo debe hacerse una pausa. Luego practica frente a un familiar o amigo, porque cada vez te sentirás más cómodo. Cuando te manejas al revés y al derecho, te sentirás dueña de la situación.
2. Utiliza recursos audiovisuales: Les prometo que contar con un apoyo audiovisual o gráfico les va a sacar un peso de encima. De sólo pensar que las miradas pueden ir variando entre la oradora y el power point, el video o la foto que está proyectándose, alivia cualquier nervio.
Darle material a la audiencia te quitará un poco de presión, ya que los ojos del público no estarán siempre en ti y tendrás algo en qué basarte si te quedas en blanco. Pero no pegues tu discurso en la diapositiva; estas no deben tener mucho texto, son solo un complemento de lo que dirás.
3. Háblale a una persona a la vez: Para mi, este es uno de los puntos más importantes. Todas las personas necesitamos feedback al hablar; dos ojos que te miran, una expresión de “entiendo lo que me dices” y alguien escuchando. Suele suceder que la persona que está hablando frente a un público masivo, prefiere mirar la pared del fondo o un punto fijo…pero es muchísimo mejor fijar la mirada en una persona a la vez, ¡háblale a esa persona como si fuera tu amiga! Y luego busca otro rostro y repite la acción… les aseguro que les será mucho más fácil seguir el discurso.
4. Incorpora tu opinión personal: Incluir alguna anécdota, una historia o algo personal sirve mucho cuando estás hablando en público. No sólo sirve para hacer un discurso más lúdico y entretenido, sino que también te relaja porque no estás hablando de memoria o leyendo lo que habías preparado (y con el nervio de saltarte algún párrafo o no decirlo al pie de la letra).
Pero al incluir alguna opinión, de inmediato te vas a relajar. Aunque sepas de qué vas a hablar, debe sonar espontáneo. Y además, hablar de ti, hará que lo que estás diciendo sea mucho más interesante para el público.
5. Muévete, no te quedes estático: Nada peor que ir a ver a alguien hablar y que esta persona esté tiesa, sin moverse, paralizada por el nervio. El cuerpo necesita moverse, entonces si te quedas quieta, tu cuerpo se expresará de otras maneras; con tiritones en las manos, sudando, etc… Muévete, usa el escenario o el espacio que tengas disponible, aprópiate de TU espacio. Es tu momento, todos te escuchan y tienes que demostrar que puedes dominar la situación…no sólo con las palabras, sino que también con el uso de tu cuerpo.
TIP: Siguiendo el punto anterior, les quiero dar un pequeño consejo. Si los temblores en las manos o en los pies no paran… les aconsejo que aprieten los dedos de sus pies con todas sus fuerzas. No se imaginan cómo sirve para controlar el resto del cuerpo y pasar un poco el momento inicial de estrés. Espero que les hayan servido mis consejos, ¡¡y a darle con todo!!
