El siguiente post es parte de los contenidos que mes a mes realizamos junto a Kitadol Forte, en los que te entregamos información útil y valiosa relativa al mundo laboral, autocuidado y empoderamiento femenino.
Cuando nos sentimos agotadas o estresadas constantemente, es fácil tomar malas decisiones, especialmente cuando se trata de administrar nuestro dinero. Este estado de agotamiento físico y emocional es conocido como burnout, el cual puede aparecer cuando vivimos periodos largos o intensos de estrés en el trabajo u otros aspectos de nuestra vida.
Por eso, en este post te contamos de qué formas puede estar afectando tu bienestar financiero, y cómo podemos ganar un mayor control sobre este.
Cómo puede afectar tu bienestar financiero
Algunos de los principales síntomas de agotamiento incluyen un aumento de la ansiedad, falta de sueño, dolores de estómago, e incluso problemas cardíacos. Esto significa que no solo tendremos que gastar más dinero en ir al doctor y hacernos exámenes, sino que también puede provocar niebla mental y fatiga, lo que puede conducir a malas decisiones monetarias, como:
Gastando demasiado en comodidad: Cuando sientes que tus niveles de energía mental y física están muy bajos, y de manera constante, cocinar o limpiar la casa pueden ser demasiado. En esos casos, es muy común pedir comida a domicilio cada día, por ejemplo, lo cual puede impactar seriamente nuestra cuenta bancaria. Esto no quiere decir que cada vez que pedimos comida estamos arruinando nuestras finanzas, porque en muchos casos es un gesto de autocuidado, pero cuando pone en peligro nuestro bienestar financiero, es recomendable poner atención.
Cediendo ante la “Terapia” de compras: ¿A quién no le ha pasado? Muchas de nosotras podemos relacionarnos con este punto, porque incluso las películas nos han enseñado que ir de shopping puede ayudarnos a subir el ánimo de forma instantánea, y en muchos casos es así, pero entender las compras como un estímulo mental puede llevarnos a gastar mucho más de lo presupuestado.
Evitando revisar la cuenta bancaria: Este punto está estrechamente ligado a los dos anteriores. ¿Les ha pasado que después de un día de compras sienten miedo a revisar la cuenta bancaria, y simplemente se dicen a sí mismas que el próximo mes acortarán sus gastos? Es muy normal dejarse llevar por la gratificación instantánea que nos da comprarnos algo lindo o una comida rica, pero la ansiedad y/o estrés que nos puede provocar al final del día, puede ser incluso peor al final.
Cómo proteger sus finanzas personales contra el burnout
En este caso, lo más importante es comprometerse con un presupuesto. Un presupuesto realista puede ayudarnos a comenzar a eliminar los malos hábitos financieros que generan más problemas de dinero y más estrés.
Hay distintas estrategias que pueden ayudarnos, como el método del sobre (ahorrar algo cada vez, guardarlo en un sobre, y dejarlo en una parte que no sea visible), o ir anotando cada gasto que tenemos en un cuaderno, para saber en qué estamos gastando más, y cuánto dinero tenemos disponible para cada ítem, como ropa, comida, salidas con amigos, etc.
Otra opción es automatizar tus ahorros configurando transferencias mensuales a una cuenta de ahorros o fondo de emergencia. Pequeños movimientos de dinero como estos pueden acumularse con el tiempo, especialmente si está ganando intereses. El simple hecho de saber que estás haciendo algo para ahorrar puede ayudar a aliviar el estrés financiero.
Otra estrategia es buscar actividades que impulsen tu bienestar, pero que no signifiquen un gasto extra. Salir a caminar siempre es una buena opción, escribir un diario, meditar, o pasar tiempo con una amiga. Los expertos también recomiendan tomar breaks de las redes sociales durante el día. Demasiado tiempo frente a la pantalla puede conducir a una baja autoestima, problemas para dormir y FOMO, miedo a perderse algo (“fear of missing out” en inglés).