Formar parte de un ambiente de trabajo saludable y productivo es muy importante para nuestro bienestar emocional. Por lo mismo, en este Día de la Salud Mental queremos darte algunas señales que podrían indicar que estás en un ambiente laboral tóxico.
Cuando te des cuenta de que existe una alta rotación de trabajadores pon ojo, sobre todo si éstos renuncian abruptamente. Esto podría ser una claro indicio de que existen problemas en este trabajo o con ciertas jefaturas. También pon atención en las quejas frecuentes, tanto si vienen de tus compañeros/as o nacen de ti misma.
Si hay hostilidad o conflictos frecuentes entre compañeros, jefes, o distintas áreas también es una señal de que hay un ambiente laboral tóxico. Viviana Parada, experta en acoso laboral y líder de Sororidad Laboral, conversó con Genias sobre este tema. “Cuando hay una mala comunicación entre los miembros de un equipo o hay una dirección ineficiente, pueden surgir malentendidos, rumores y falta de claridad para la realización de una tarea y por ende, baja productividad”, señala.
Viviana aclara que, cuando de forma arbitraria las funciones o ubicación posicional de los trabajadores son cambiados sin previo aviso o acuerdo, o cuando directamente provocamos daño psicológico con el silencio “ley del hielo” o la exclusión “no invitar a reuniones de equipo”, también se está hablando de acoso laboral.
“Lamentablemente identificamos la toxicidad cuando ya empezamos a somatizar el clima laboral en nuestros cuerpos, cuando el cuadro de estrés es muy grande y sentimos no soportarlo, cuando se nos comienza a caer el pelo, o presentamos cuadros de angustia y crisis de pánico en el trabajo o fuera de él. Como yo digo, detectamos que estamos en un mal clima cuando él ya entró en nuestro cuerpo y mente”, dice Viviana.
Por otro lado, la sobrecarga laboral también es una problemática creciente y un factor crítico en el análisis de la toxicidad en el trabajo. La presión constante para cumplir con plazos apretados y altas demandas de productividad puede tener efectos perjudiciales en la salud física y mental de las y los trabajadores. Este exceso de carga puede manifestarse en forma de estrés crónico, agotamiento, ansiedad y otros problemas de salud. Es por eso, que abordar de manera efectiva esta sobrecarga es esencial para mejorar la calidad de vida de los empleados y reducir la toxicidad en el trabajo, promoviendo un equilibrio adecuado entre las responsabilidades y el bienestar personal.
¿Cómo mejorar un ambiente de trabajo que es tóxico?
Mejorar un ambiente de trabajo tóxico requiere un enfoque multifacético y el compromiso tanto de los empleados como de los altos cargos de la organización. Por lo mismo, es un proceso que puede llevar tiempo y bastante esfuerzo. Aquí hay algunas estrategias que se puede aplicar:
- Comunicación abierta y honesta: Fomentar un ambiente en el que los trabajadores se sientan cómodos expresando sus preocupaciones y opiniones sin temor. Esto puede incluir la implementación de canales de retroalimentación anónima.
- Liderazgo saludable: Los líderes deben dar ejemplo y promover un comportamiento respetuoso y compasivo.
- Límites y expectativas claras: Definir los roles y responsabilidades para evitar confusiones es vital. Asegúrate de que los empleados tengan una comprensión clara de lo que se espera de ellos.
- Promover el equilibrio entre trabajo y vida personal: Fomentar prácticas que permitan a los trabajadores desconectar del trabajo fuera de horas y tomarse tiempo para cuidar de su salud mental y física.
- Monitoreo y seguimiento: Realiza evaluaciones periódicas del ambiente laboral y toma medidas proactivas para abordar cualquier problema que surja.
En este sentido, Viviana agrega: “Las empresas deben ponerse en modo ‘acción’ y revisar sus protocolos de atención para el tratamiento del acoso sexual y laboral poniendo énfasis en elaborar prácticas de prevención y detección temprana de situaciones de violencia. Se están elaborando sanciones altas para penalizar a empresas y personas que ejerzan la violencia en el trabajo”.