Quizás, por ahí, habrás oído hablar del Mindfulness. ¿Sí? ¿No? Acá te dejamos una pequeña definición para que te vayas interiorizando con este concepto que cada día es más común.
La palabra Mindfulness es la capacidad de poder estar en el presente y de “recordarnos” estar en el presente. Permite reconocer lo que está sucediendo mientras está sucediendo, aceptando el fluir de la experiencia tal cual se está dando.
De esta manera nos asegura vivir en mayor bienestar, con conductas mucho más adaptativas y productivas.
Estos beneficios suenan increíbles considerando el estilo de vida que muchas vivimos: ajetreado, lleno de tareas y compromisos, con dificultades para vivir el ahora, lleno de culpas, y tantas otras cosas.
Por eso, hoy quisimos hacer una pequeña guía con 3 simples ejercicios para que puedas aplicar el Mindfulness en tu espacio de trabajo, y así comiences este 2020 absolutamente conectada contigo y tu entorno.
1.- Ejercicios para aclarar la mente y concentrarte
Cuando te sientas un poco agobiada y desconectada, tómate unos minutos para realizar una respiración consciente. Inspira por la nariz y expira por la boca.
Se consciente de los movimientos de tu cuerpo al inspirar y al botar el aire.
Una vez que te sientas más clara y sin tantas cosas en tu cabeza, cuenta lentamente de 10 a 0, concentrándote sólo en eso. Repite las veces que sea necesario hasta que sientas que estás en un buen momento para reconectarte con tu trabajo y seguir con tu día laboral.
2.- Ejercicios para darte un respiro y “soltar” el trabajo
Qué difícil es darnos un break de vez en cuando, pero ¡pucha que es necesario! Si sientes que te cuesta desconectarte, aunque sea unos minutos, pon en práctica estas técnicas:
Utilizar una señal externa como referencia para dedicarte ese tiempo a ti. Por ejemplo, si necesitas desconectarte y te llega un mail del trabajo, úsalo como señal para dedicarte un minuto exclusivamente a ti.
Otra forma es tratar de escuchar lo que dice tu mente. Si necesitas bajar el ritmo de trabajo, analiza tus pensamientos y trata de desglosarlos. De esta forma bajarás su intensidad y podrás volver poco a poco a la calma.
3.- Ejercicios para antes y después del trabajo
Muchas veces, nuestra disposición cambia si vamos o venimos del trabajo: a veces más estresadas, otras más relajadas. Para eso, puedes aplicar estas técnicas.
a) Antes del trabajo: Cuando vayas camino a tu lugar de trabajo (en el auto, micro, caminando, en bici, o como sea) presta atención a tu respiración y movimientos. Muchas veces pasa que -como hacemos este trayecto diariamente- encendemos el “piloto automático” y somos poco conscientes de este espacio. Este es el momento para que te conectes contigo y tus pensamientos.
Una vez que llegues a tu lugar de trabajo trata de hacer consciente la idea de que una nueva jornada está por comenzar, poniendo especial atención a las instalaciones, tus compañeros, tu escritorio, etc. Una vez sentada, toma consciencia de tu postura, relajando los músculos y respirando para alejar cualquier tensión.
b) Después del trabajo: Una vez terminada la jornada, tómate 5 minutos para escuchar y observar tu cuerpo. ¿Qué sientes?
Vuelve a reconectarte con tu realidad e intentar dejar el trabajo en el trabajo. Es hora de dedicarle tu tiempo a otras cosas.
Sabemos que lograr un estado de plena consciencia es súper difícil, sobre todo si lo estás haciendo por primera vez. ¡Nuestro mensaje es que lo intentes! De seguro irás mejorando con el tiempo, te sentirás mucho más a gusto y conectada contigo y tu trabajo.