Hoy recomendamos un libro que busca acompañar a las personas en el camino del autoconocimiento. Para ello Sharoni Rosenberg desarrolla una metodología, llamada “telos” ( propósito en griego), que acompaña a las personas a descubrir lo que es realmente importante en sus vidas.
Título: El propósito no era lo que yo creía
Autor: Sharoni Rosenberg
Dónde encontrarlo: www.buscalibre.cl
“El propósito no era lo que yo cría” nos invita a cuestionar los valores individualistas de la sociedad actual, como el exitismo, el materialismo, o la necesidad de validación por los otros, para comenzar a acercarnos cada vez más a encontrar un propósito en lo que hacemos.
Una obra interesante también para aquellas que buscan darle un giro a su negocio y comprometerse con una causa. Por ello, te queremos compartir esta entrevista a la autora, para descubrir en la vida profesional mayor sentido, autenticidad y oportunidades.
¿Por qué este es un libro que debieran leer los ejecutivos de las empresas?
Cualquier líder que quiera potenciar una cultura inclusiva, promover la sostenibilidad del negocio y los valores empresariales, atraer el mejor talento, lograr la fidelidad de sus clientes, captar los fondos de nuevos inversionistas, o adelantarse a los cambios legales o regulatorios, debe partir por el propósito. Desde ahí es donde emerge la estrategia de la empresa del futuro…o más bien dicho, a la empresa del presente.
¿De qué manera una empresa con propósito mejora el desempeño de las marcas?
Los consumidores han cambiado sus conductas. Quieres manifestarse o expresar su voz a través de sus decisiones de compra.
Ya no solo importa la funcionalidad del producto o el beneficio directo que le reporta al consumidor, la relación no es meramente transaccional.
Yo ya no compro una marca que me entrega algo equivalente a cambio. Se trata de algo más trascendente. Una relación más que una transacción, en la cual yo elijo una marca por su reputación, la contribución que hace en el mundo, las causas que defiende y el sentido que puede tener para mí esa compra (más allá del bien o servicio). Elijo el agua Latte porque el 100% es donado. Compro las zapatillas Toms porque por cada par que vende, regala otro a personas que no pueden pagarlo. Elijo Patagonia y Natura porque defienden causas ambientales y a los yogurts Chobani porque acoge a los refugiados.
¿Cuál es el desafío de las marcas hoy en día en términos del propósito?
El desafío está en recorrer el camino completo. Lo que me toca ver es que muchos se entusiasman con lanzar una marca con propósito y hacen en el ejercicio de la declaración del nuevo propósito que inspira y señala como contribuye la empresa a la sociedad, pero eso es solo el comienzo. Son como los votos matrimoniales. Son bellos, nos inspiran, pero el trabajo de verdad es en el día a día.
¿Cómo doy vida al propósito? ¿Qué voy a hacer distinto? ¿Cómo voy a ser una mejor empresa?
Y si bien suena muy ambicioso no hay que pensar que esto es ir de cero a cien. Lo responsable es hacerse cargo. Diseñar desde la estrategia del negocio cómo voy a promover y medir el cumplimiento del propósito. Cómo voy a involucrar a todos los miembros de la organización para que permee en la cultura. Revisar mis procesos de selección, bonificaciones, evaluaciones, capacitaciones, impactos en el medio ambiente, relación con los proveedores y las comunidades. El diseño e implementación de ese plan es a mi juicio el valor que el propósito tiene para entregar a la sociedad. Y también, lo que hará que el propósito no sea una mera estrategia de marketing, sino que un cambio de paradigma que nos haga redefinir la forma en que hoy estamos haciendo los negocios.